Incendios forestales: “La situación es bastante compleja”

Diario Hoy dialogó con Pablo Collins, director del Instituto Nacional de Limnología, perteneciente al Conicet, quien advirtió sobre las consecuencias de los incendios en el Delta del Paraná.

Imágenes de bomberos luchando contra el fuego y de vecinos desesperados sumándose a combatir las llamas. La situación se repite en varios puntos del país desde hace meses. En muchas partes, los focos continúan y varias personas han perdido la vida.

“Los trabajos que hemos estado analizando en este contexto de incendios están basados en datos obtenidos por diferentes grupos del instituto que dirijo. Están relacionados a los humedales y el fuego, como una herramienta de control y producción”, le contó a diario Hoy Pablo Collins, director del Instituto Nacional de Limnología (Inali).

El Inali, desde su creación, se dedica a realizar estudios en ecosistemas acuáticos continentales del país, especialmente los vinculados al río Paraná y su cuenca.

“Estamos tratando de generar un mapa de riesgo en el que cualquier operador provincial pueda aportar información a partir de los datos que se tengan fácilmente en la región. Con eso se podrá construir la situación de peligro en una determinada área. Esas son las situaciones de trabajo que estamos teniendo en estos momentos”, explicó.

Sobre la gravedad de los incendios, sostiene el especialista, debe marcarse primero que se trata de dos eventos simultáneos que suceden en la zona. “Por un lado una situación natural y, por otro, una situación provocada por el hombre”, indicó.

“En la parte natural estamos hablando de la sequía que está sufriendo la zona del Litoral, la zona Mesopotámica, la zona de la Cuenca del Plata. Esa sequía está generando una bajante extrema que no ha sucedido hace más de 50 años. Estamos con niveles de alturas del Rio Paraná que no se registran desde la década del 60”, agregó.

Del otro lado se encuentra la intencionalidad: los que generan o provocan incendios en las zonas de los humedales, la situación que más preocupa a la comunidad.

“Estas islas son utilizadas por los ganaderos para la alimentación del ganado casi todo el año, por lo que esta sequía va a llevar a que el fuego que se genere en esos exhumedales, porque hoy están secos, llegue a profundidades mayores del terreno, es decir que el calor llega a mayor profundidad”, manifestó.

Como consecuencia, no solo se quema la parte aérea de las plantas, sino también las raíces y bancos de semillas. Por lo tanto, cuando después llegue el agua, va a producir un cambio en la vegetación.

“A los animales le genera un serio inconveniente: la pérdida de refugio y el riesgo de ser quemados o ser intoxicados por ese humo que se emite. Se escapan de esa zona y van hacia los cauces de los ríos, donde pueden ser comidos por peces depredadores o ahogarse”, sostuvo.

También se suma la alteración de los organismos del ambiente acuáticos cercanos a los focos. “Puede ocurrir un cambio térmico del agua. También hay un componente en el aire, todo lo que se queme y pase a la atmósfera va a depositarse en el agua”, señaló.

“Ninguno está exento de no sufrir ninguna afección frente a un incendio. La situación es bastante compleja si la sociedad no llega a tomar conciencia de los riesgos que generan los incendios. Estamos muy preocupados, no solo por cuestiones que afectan al ambiente, sino también por las cuestiones que afectan a la sociedad”, concluyó.

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