CULTURA
Julián Axat, el cielo de la poesía visto desde La Plata
Este autor y abogado platense acaba de publicar una antología en la que reúne escritores de todos los tiempos y lugares que cantaron al cosmos.
Julián Axat es un letrado en el doble sentido del término: un hombre de letras –mejor dicho, un poeta con todas las letras– y abogado. Ediciones en Danza acaba de publicar una antología, hecha y prologada por él, en la que ha reunido una gran cantidad de poetas que, en distintas épocas, alzaron la cabeza hacia las estrellas para decir poéticamente lo que de otra manera no puede expresarse. Cabe mencionar que en ese inventario sideral figuran no pocos poetas platenses, entre otros, Roberto Themis Speroni, Daniel Omar Favero y Eugenia Straccali.
—¿Cómo nació la idea de hacer este libro?
—Se me ocurrió a partir de mi último libro, Perros del cosmos (2020), que incursiona en el género. También a partir de una serie de lecturas, en especial la poesía de Ray Bradbury y Heathcote Williams. Había mucho material suelto que venía compendiando, clasificando y hasta traduciendo, entonces lo junté en un primer corpus y le propuse el proyecto a mi editor Javier Cófreces, quien con entusiasmo me propuso que lo completara para finalmente editarlo.
—Con la antología abordás desde la poesía lo que parecía privativo de la ciencia ficción. ¿Cuál es el aporte que en esa materia puede hacer el poeta?
—En realidad abordo aquello que parecía privativo de la narrativa, y trato de demostrar que existe verdadera poesía de ciencia ficción, con sus mismos tópicos. Poetas que se dedican al género y otros que lo hacen tangencialmente. Intento mostrar un plano pocas veces recorrido en las antologías. Autores reconocidos tienen libros dedicados al tema, así Leopoldo Marechal con el Poema del robot, o Juan Jacobo Bajarlía con El fin. O en el caso de poetas más desconocidos, como Juan Ramón Couchet, que escribió un libro titulado Ovni, y hasta más actuales como el mexicano Héctor Rojo, con su increíble Anfibio Odisea.
—El libro está organizado en constelaciones temáticas...
—A medida que fui recopilando poemas, aparecieron los ejes temáticos que, incluso, desbordaban la categoría “ciencia ficción”, de allí que me propuse agregar a la antología la palabra “cosmos”. En la historia de la poesía, casi todos los y las grandes poetas escribieron sobre las estrellas, los cometas, la luna, los planetas y las supernovas. Por eso las clasificaciones temáticas giran en torno a cuerpos en el espacio, a distopías, viajes en el tiempo, robots, aliens, carrera espacial y rock. Esto último es un agregado final, hubiera quedado incompleta si no apareciera la relación entre rock y letras de canciones con contenido de ciencia ficción: Iron Maiden, Génesis, Pink Floyd, David Bowie, etc.
“La ciencia sin poesía es una cáscara vacía”
—La ciencia con sus búsquedas, sus tanteos en el misterio, parece abrevar permanentemente en la poesía...
—La ciencia sin poesía es una cáscara vacía. De hecho, la capacidad de creatividad de los científicos depende del vuelo de su imaginación, por eso los mejores astrónomos y físicos tienen algún tipo de vínculo con la poesía. Es lo que muestran Giordano Bruno, Tycho Brahe, etc.
—Hay poemas de escritores esencialmente conocidos por su prosa: Julio Verne, Ray Bradbury y Ursula K. Le Guin, entre otros. ¿Cómo diste con esas rarezas?
—Compré material afuera, internet, visitas a bibliotecas, archivos, etc. Bradbury es un gran poeta, ocurre que pocos lo saben, y su poesía prácticamente no circula en Argentina. Después está la edición de Cátedra que se hizo en España. Julio Verne tiene pocos poemas, el que incluí en la antología (La luna) es inédito y la traducción es mía, accedí al material a través de la biblioteca virtual del Archivo Verne de la BN en París.