La Cruz zafó de estar en alerta “Roja”

Tras una serie de reuniones en la que participaron los directores nacionales de la Cruz Roja, el histórico organismo humanitario seguirá percibiendo la ayuda estatal, al menos “por un año más”, según les dijeron. La Filial local creció en voluntarios tras la inundación de 2013

Una historia que nació en 1920 parecía llegar a su fin en este país lleno de contradicciones. No hace ni cinco días atrás que la incertidumbre sobre las subvenciones del gobierno nacional seguirían en pie. En realidad, les habían informado de una reducción del 50%, lo que implicaría un daño terrible para un espacio humanitario, donde asisten voluntarios pensando en hacer el bien.

La Cruz Roja Filial La Plata, que desde aquellas tremendas aguas que nos taparon en 2013 empezó a crecer en el número de colaboradores (de 15 a los 100 de la actualidad) podrá seguir con sus actividades en la calle 44 entre 4 y 5. La medida gubernamental incumplía legislaciones vigentes, y dejaría en poco tiempo a muchas de las 65 sucursales del país en riesgo de desaparición, por lo tanto, sin escuelas de enfermería, y distintas especialidades paramédicas. Cabe subrayar que se forman profesionales en enfermería, guardavidas, radiología, primeros auxilios, intrumentación quirúrgica, laboratorio, entre otros talleres ligados a la salud.

Los cursos son los ingresos principales para las filiales. Y cuando se les informó sobre la quita de subvenciones, un golpe muy duro dejó casi con efecto de nocaut a quienes están capacitados espiritual y profesionalmente para servir al prójimo.

Según se calcula en este organismo internacional, la Argentina contaría con 10.000 voluntarios. Fuentes cercanas a la plana mayor de la Cruz Roja comentaron a Hoy que “la clave es la planificación con tiempo, porque es una organización muy grande, y necesitamos saber con qué recursos disponemos para poder destinarlos a la comunidad en distintas líneas de trabajo. Por lo cual necesitábamos sí o sí de esa ayuda estatal para llegar a la gente”. 

Cruz Roja actúa en momentos en que la destrucción, la violencia y otros factores dejan marcas duras en una comunidad o grupo de personas. Esta vez, parecía que la rara especie política argentina los iba a destruir a ellos.

Sus cursos en la región

Capacitaciones de RCP (cada tres meses), guardavidas, auxiliar de enfermería, charlas en enfermedades de transmisión sexual, y el último logro que es el testeo rápido de VIH, aspecto éste que se da en otros cuatro filiales, Tucumán, Lomas de Zamora, Corrientes y Concordia.

Palabra de voluntarios

Cristian Bolado llegó de Necochea La Plata a estudiar medicina y no pasó un mes que ya quiso estar en la Cruz Roja. “Participé en la inundación, como coordinador de socorro, un área del voluntariado. Esa emergencia duró un año y medio”, dijo. En julio de 2015 lo convocaron para la Dirección Nacional de Respuestas a Emergencias y Desastres, un puesto con mayor ejecutividad. Ayer arribó a Salta, a una zona que fue arrasada por la inundación: Santa Victoria Este (zona tripartita, en el límite con Bolivia y Paraguay), donde está por séptima vez en dos meses. “Mañana (por hoy) se hará entrega de potabilzadores de agua. Aquí conviven comunidades de pueblos originarios”, le contó a Hoy.

Director de respuesta de emergencia, Cristian Bolado, necochense radicado en las diagonales.

Tomás Simonte se sumó en enero a y en estas horas vive su primera exeriencia en el norte. “Las post-inundaciones son más intensas”, señaló.

Florencia Gamón dona su tiempo y sus ganas para la difusión. “Estoy por recibirme de periodista y fue la misma facultad la que me ayudó a estar hoy aquí. Siempre busqué un voluntariado, uno ve personas en situación de calle y es dramático, ya no hay que irse a países africanos”, explicó quien actualiza las redes sociales, como el Facebook (Cruz Roja La Plata). “Estas vías de comunicación permiten visibilizar dónde va lo que se dona la gente en la cuenta bancaria que en parte financia nuestro trabajo”.

La enfermera de Eva Perón

María Eugenia Álvarez se llamó la mujer que acompañó (con solo 23 años) a “la abanderada de los humildes”, a la que le escuchó las últimas palabras antes de cerrar los ojos para siempre.

Por pedido de ella, entre 1951 y 1955 fue la regente de la Escuela de Enfermeras de la Fundación Eva Perón. Eva Duarte trabajó en ese objetivo hasta sus últimos días, como en otros por venir.

El gobierno de facto de 1955 desplazó a la señora Álvarez de su cargo. Transitó los años de su vida con un bajo perfil, fue convocada a hablar y decidió callar. Y hasta tuvo que soportar, como tantos otros argentinos, que denostaran a Evita, a Perón y a su acción de gobierno. Sin embargo, el lema de esta enfermera hablaba por sí solo: "Servir a otros es nuestro destino y nuestra vocación".