La Plata se llenó de alegría

La ciudad vivió una verdadera fiesta. El principal centro de encuentro fue 7 y 50, un lugar histórico para los platenses. Llantos, felicidad y cantos dominaron la tarde.

Minutos después de que Montiel marcara el penal decisivo para darle la tercera Copa del Mundo al elenco dirigido por Lionel Scaloni, miles de platenses comenzaron a movilizarse hacia el centro de la ciudad, más precisamente a calle 7 y 50. Este sitio, con el correr de los años, se volvió un lugar histórico para celebrar las gestas deportivas. Casi como si fuera una peregrinación, columnas de familias y amigos empezaron a caminar hacia este punto que, para las 16, ya estaba plagado de gente. Al ritmo de las canciones que no pararon de cantarse tanto en Catar como en el país, los platenses vivieron un día más que especial. Canciones para Messi, para el arquero Emiliano Martínez o bien para Di María fueron las que más predominaron, sumado a las ya conocidas.

“Es una locura. Jamás pensé que iba a vivir algo así, estamos todos locos”, le confesó a diario Hoy Joaquín, un adolescente que gritó eufóricamente a favor del seleccionado nacional. En 7 y 50 hubo tiempo para todo, incluso para cantar la canción viral de “abuela la la la la” ante cada persona mayor que decía presente en el lugar. “Me pone muy contento por todos, pero en especial por Messi. Es el mejor de todos”, le comentó también a este multimedio Manuela. Este último mensaje fue replicado por varios vecinos de la región, que vivieron la felicidad del capitán como propia y que al conseguir el máximo objetivo obtuvieron una alta satisfacción.

Hasta altas horas de la noche continuaron reunidos en esta intersección cientos de personas. Bajo el mejor de los climas, aquellos que volvían para sus casas lo hicieron con sonrisas y comentando con sus familiares o amigos la enorme gesta que había acabado de conseguir la Selección nacional, para en parte tratar de terminar de entender el gran logro conseguido. “Todavía no caigo, siento que no puede ser verdad. Me puse tan nervioso que ni siquiera me acuerdo cómo se desarrolló el suplementario”, comentó por su parte Santiago. Justamente, otro de los puntos en común entre todos los consultados fue la enorme cantidad de nervios que se vivieron por el final del partido, que terminó siendo realmente de película. Al mismo tiempo, la mayoría también coincidió en que la Argentina debería haber ganado dentro de los 90 minutos y que fue injusto el empate de Francia. “Nos empataron en cuatro minutos, insólito. Realmente no lo merecían, por suerte salió todo como esperábamos”, indicó Gonzalo, otro de los vecinos que eligió la esquina de 7 y 50 para festejar con sus pares. Otro de los puntos a destacar de esta histórica jornada fue que se vivió realmente en un clima muy ameno sin ningún tipo de problemas, a pesar de que eran miles los reunidos en las calles.

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