ENTREVISTA EXCLUSIVA

Lácteos: los santos y demonios de la alimentación

Diario Hoy entrevistó a la médica y presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), Mónica Katz, quien habló de estos alimentos, que encuentran fervientes defensores y detractores.

Desde hace tiempo existe una polémica abierta en torno a los lácteos. Mientras especialistas animan al consumo y hablan de las propiedades beneficiosas de este grupo de alimentos, hay detractores que aconsejan eliminarlos de la dieta, e incluso, vinculan la ingesta de leche de origen animal y derivados con infinidad de enfermedades.

Diario Hoy entrevistó a la médica especialista y presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) Mónica Katz sobre la temática que enciende grandes controversias.

—Los lácteos, ¿son tan buenos o son tan malos?
—No son ni buenos, ni malos. Los humanos no necesitamos alimentos, sino que necesitamos nutrientes que están dentro de alimentos. Entonces, ¿qué tiene la leche de beneficiosa?
Es un alimento que, naturalmente, aporta calcio de la naturaleza, es decir, ya lo tiene biodisponible, lo que significa que el cuerpo lo puede usar. Por ejemplo, de cada 100 mililitros de leche se aprovecha casi el 40% del calcio, y de otros productos de la naturaleza, como el brócoli, la almendra, las bebidas de almendras, o el sésamo, solo se aprovecha el 15%, o sea que tendría que comer mucho más.

—¿Son imprescindibles en la dieta?
—No, no son imprescindibles. El tema es, ¿cuánta bebida de almendras tengo que tomar para cubrir el requerimiento de calcio? ¿Y cuánto cuesta la almendra comparada con la leche? ¿Y hay cultura en los chicos, por ejemplo, para tomar bebidas de almendras, en lugar de lácteos? ¿Hay adecuación cultural para comer tanto de esos alimentos que nunca aportan lo mismo, en términos del calcio que el cuerpo puede aprovechar? ¿Toda la gente puede pagar el brócoli, el sésamo y la almendra?

—¿Cuál es la diferencia entre alergia e intolerancia a la lactosa?
—La alergia a la leche de vaca es una reacción inmunológica, y, en general, se da en chiquitos y no en adultos. Habitualmente, cuando el bebé deja la leche de la mamá y es alérgico, se reemplaza por leche de soja. En la adultez o tercera edad, lo que hay es intolerancia a la lactosa o déficit de lactasa, es decir, no pueden tomar mucha lactosa, porque al no tener la enzima que degrada el azúcar, les provoca fermentación en la panza.

—¿Es correcto afirmar que previenen la osteoporosis?
—Cualquier consumo de calcio y vitamina D previene la osteoporosis, no solamente el consumo de lácteos. Pero, como dije antes, estos alimentos tienen mucho calcio biodisponible. Si una persona es vegana, puede tener buena densidad mineral ósea sin consumir lácteos, siempre y cuando ingiera vitamina D y los productos que reemplazan a los lácteos. Ahora, ¿qué pasa con la gente que no toma leche, pero tampoco sustituye? Tendrá osteoporosis porque no armó hueso (…).

—¿A partir de qué edad se aconseja la leche de vaca?
—Cuando el bebé deja de tomar leche materna, mínimamente a los seis meses, se le puede dar productos lácteos y, en el caso de las familias donde no se consumen, tendrán que reemplazarse. En este sentido, hay que educar bien a los chicos para que coman los alimentos que suplen a los lácteos, aunque no es tan sencillo.

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