“Lo importante no es desmitificar una cosa, sino conocer”

Tras el hallazgo de misteriosas arcadas que aparecieron en una obra en construcción en 12 entre 65 y 66, a metros del Parque Saavedra, diario Hoy dialogó con el investigador Ezequiel Aldazabal, de la ONG “Al Rescate del Patrimonio”.

Una ciudad planificada donde la historia y el presente se entrecruzan. Así podría describirse La Plata. Por ello la importancia de conocer cómo se hacían las primeras construcciones y cómo fueron esos primeros entubamientos.

Luego del hallazgo por parte de una vecina de arcadas en una obra en construcción en la zona del Parque Saavedra, el investigador Ezequiel Aldazabal, de la ONG “Al Rescate del Patrimonio”, resaltó la importancia de que estos descubrimientos tomen relevancia en la sociedad.

“Gracias a eso logramos un encuentro con la Dirección de Planeamiento de la Municipalidad; con la idea, primero, de que se estudie esto en particular y, en segundo término, empezar a establecer un plan que siente un precedente. Establecer un protocolo de acción para futuros hallazgos, que no lo hay en La Plata. Si bien hay leyes de arqueología provinciales y nacionales, no se acostumbra; siempre está el miedo del particular o el empresario de la construcción del lucro cesante”, precisó.

En ese sentido, explicó que hay equipos de la UNLP, tanto de la Facultad de Ciencias Naturales, en la carrera de Arqueología, como de la Facultad de Arquitectura, que también tiene un equipo de arqueólogos y arquitectos que trabajan con tareas de rescate patrimonial. “Los rescates arqueológicos suelen ser rápidos, no suelen llevar tiempo”, remarcó.

El especialista hizo hincapié en que por el momento existen dos hipótesis: “Una es que estén vinculadas al Arroyo Regimiento, que pasaba por ahí, y que sea parte de una megaobra hidráulica. Los primeros análisis visuales del lugar por parte de profesionales ya pudieron dilucidar que tendrían entre 100 y 110 años de antigüedad, por el tipo de material”. Esa línea de investigación permitiría conocer cómo se entubaron los arroyos que hoy siguen cruzando la ciudad por debajo, muchos de ellos bloqueados.

“La otra hipótesis es que tengan que ver con los cimientos de la casa, ya que en algunas construcciones bastante antiguas hay cimientos en formas de arcadas. Lo llamativo de esta es que hay distintos tipos de bóveda en el mismo lote y que algunas están a la altura del patio delantero y patio trasero, es decir, que no están soportando estructura”, señaló.

En ese sentido, el investigador precisó: “Lo que nosotros pretendemos, y ahora se ha avanzado, es que, por primera vez, se consiga o se tome una resolución que tenga que ver con seguir los pasos de estas leyes de protección arqueológica para poder conocer el origen de estas arcadas; porque cualquiera de las dos opciones tiene valor sobre los orígenes de la ciudad”.

Asimismo, el platense, que desde hace 20 años investiga sobre la historia y el patrimonio de la ciudad, marcó que “las hipótesis siguen siendo hipótesis y todas son válidas hasta que justamente los arqueólogos, que recién empiezan a trabajar, puedan llegar a los resultados y para eso hay que tener paciencia. Estarán a su debido momento”.

Cabe señalar que a principios de este año también fueron descubiertos unos arcos parecidos mientras se realizaba una serie de refacciones en el edificio de la Alianza Francesa, en calle 59 entre 7 y diagonal 73.

Resultados

“Los resultados van a estar cuando realmente se haga todo el proceso del estudio, que es lo más importante si queremos acercarnos al conocimiento. No hay que acelerar ninguna respuesta. En el de la Alianza Francesa, que ya decidieron incorporarlo pronto a un recorrido (justamente porque comprendieron su valor histórico más allá de que se correspondan con una teoría o con la otra), corre un poco más cercana la hipótesis del arroyo. En el del Parque Saavedra puede ser una o las dos. Por lo pronto es desacertado concluir”, enfatizó.

Para finalizar, Aldazabal manifestó: “Toda esta movida es importante para conseguir que a partir de ahora haya un laburo en conjunto entre la Municipalidad y la Universidad, que quede un protocolo de acción y que las empresas empiecen a entender que se puede potenciar el valor de la construcción”.

“Lo que sí es importante desmitificar es el miedo al lucro cesante, porque los equipos de rescate arqueológico están preparados para actuar rápido y no interferir con las obras particulares. Sería excelente que esos ánimos se contagien, e incluso podrían aportar un valor agregado a las nuevas obras y alentarlas a amigarse con el patrimonio”, completó.

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