Bases en la Antártida buscan “proporcionar apoyo logístico a la actividad científica”

Así lo precisó, en diálogo con diario Hoy, el coronel Edgardo Fernando Morales, jefe de la base antártica conjunta Esperanza, acerca de los objetivos de ese territorio. Además contó cómo es la vida allí.

La Argentina administra trece bases en la Antártida, entre las permanentes y las temporarias. En este sentido, las que son permanentes se encuentran operativas todo el año, y una de ellas es la base Esperanza.

El coronel Edgardo Fernando Morales, jefe de la base antártica conjunta Esperanza, llegó allí en los primeros días del pasado enero, y en diálogo con diario Hoy contó cómo es la vida en ese territorio.

Indicó que en Esperanza son 64 personas entre militares y civiles, y precisó que hay nueve familias ya que “nueve integrantes de dotación permanente vinieron con su mujer y sus hijos”. “Esta presencia es un poco el fuerte de la base”, señaló y agregó: “Es la única base de todo el continente antártico que tiene familias y una escuela”.

Además, Morales, oriundo de Córdoba, detalló los objetivos de la misma: el principal “es afianzar los derechos argentinos de soberanía en el territorio antártico”, mientras que “la segunda misión es la de proporcionar el apoyo logístico a la actividad científica”, explicó. Además, el coronel le narró a este multimedio cómo es la comunicación con las otras bases antárticas argentinas.

—¿Cómo es la vida en la Antártida?

—Ya llevamos cinco meses de invernada; llegamos el 6 de enero. Acá la gente es seleccionada, hay personal civil y personal militar. El militar eleva la intención de venir y después se hace un proceso de selección, nadie viene obligado.

Somos 37 militares y 27 civiles, en total 64 personas. Hay nueve familias, es decir que nueve integrantes de dotación permanente vinieron con su mujer y sus hijos. La presencia de familias es un poco el fuerte de esta base; es la única de todo el continente antártico que tiene familias y una escuela, para lo cual vino una pareja de maestros que son de Tierra del Fuego.

—¿Hasta cuándo se van a quedar en la Antártida?

—Es un base permanente; la República Argentina tiene siete. Base permanente se llama a donde la dotación se encuentra por el periodo de un año ininterrumpido

con presencia permanente en el continente antártico. Hay otras que son temporarias y que se abren únicamente en los meses de verano.

Esperanza es una de las siete y estamos de un año para el otro, el relevo nuestro de dotación, como así también del aprovisionamiento, se haría en el verano del año que viene, en el periodo comprendido entre noviembre y marzo.

—¿Qué trabajos realizan en la Base Esperanza?

—El objetivo primario y fundamental es afianzar los derechos argentinos de soberanía en el territorio antártico. La Argentina es uno de los siete países reclamantes de soberanía. La segunda misión es la de proporcionar el apoyo logístico a la actividad científica. Acá en los meses de verano viene personal del Instituto Antártico Argentino y de la Dirección Nacional del Antártico a hacer estudios o que tienen proyectos relacionados con la ciencia de la tierra. Por ejemplo, acá tenemos el monte Flora, que es un yacimiento fosilífero muy importante del período jurásico de la era mesozoica, entonces hay fósiles.

—¿De qué manera pueden cumplir estos objetivos?

—Todo lo que es proporcionar el apoyo logístico a la actividad científica y el objetivo primario está dado básicamente a través de los miembros de las Fuerzas Armadas.

Como ya te dije, lo que hacemos es proporcionar el apoyo logístico. ¿Cómo? Por medio de las actividades necesarias para que la base siga en pie. Por las condiciones climáticas es un ambiente muy particular donde todo se rompe, los vientos son muy fuertes, las temperaturas también son bajas; hace una semana estábamos con -20° y una térmica de -25°. Esto hace que todo sea mucho más difícil de sostener porque la infraestructura se rompe y la provisión de agua que se obtiene de una laguna que está al pie de un glaciar hace que las cañerías se congelen.

Acá nadie sobra. Hay gente que se encarga de las distintas áreas, de todo lo esencial para que pueda funcionar esta comunidad de 64 personas, donde hay niños también.

—¿Cómo es el trabajo y la comunicación con las otras Bases antárticas argentinas?

—Hay comunicación radial. También está la comunicación por las empresas telefónicas, hoy el internet llegó a estas latitudes y hace que todo sea más fácil, por eso estamos con una muy buena. Cuando alguien quiere llegar o salir de esta base, la única opción es por modo aéreo o modo naval, es decir, por barco o por avión; lo hace alguno de los buques que son de nuestra Armada. En el caso de que sea por modo aéreo, se hace a través de los helicópteros que se encuentran en la base Marambio.

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