Los rebusques familiares en torno a la vuelta al cole

En miras de ahorrar algún dinero, los padres esperan descuentos que no llegan, recorren negocios buscando ofertas y se juntan para hacer compras mayoristas

En tiempos en los que hay que ajustar los gastos y cuidar el bolsillo lo más que se pueda, el comienzo de las clases y las compras de los útiles pueden resultar un verdadero trastorno. Son días extraños para las familias: muchos niños están angustiados porque pronto volverán a la escuela, y los padres están deprimidos por las suculentas cuentas que tienen que pagar en librerías y en casas de ventas de uniformes. 

Bárbara Pérez, madre de una nena que asiste al Instituto María Auxiliadora, contó a diario Hoy: “La verdad es que este año apenas gasté lo que necesitaba reponer. Tengo una sola hija que por suerte cuida las cosas, así que pude zafar de comprar mochila y cartuchera. No sé cómo hacen los padres que tienen tres o más hijos”.

En esta misma línea, Marisa Sanpietro, que lleva sus hijos al Colegio Estrada, comentó: “La escuela pide sin tener en cuenta la difícil situación económica que atravesamos las familias. Decidimos no angustiarnos. Los nenes irán llevando lo que se pueda comprar. Las abuelas nos van a ayudar mucho también”.

Por su parte, Daniela Scarelli, madre de tres hijos que asisten al Colegio Inmaculada, explicó: “Llevo gastados 5.000 pesos y todavía me faltan cosas. Antes de hacer las compras hice una recorrida, saqué fotos de los precios, comparé y recién ahí completé las listas. Me enteré de que algunas madres se fueron en grupo a comprar a Once, pero ya fui en otras ocasiones y la calidad de los productos no es buena”.

Mientras tanto, los libreros sienten en carne propia la recesión. José, dueño de una librería del centro de la ciudad, contó que “las ventas no vienen siendo las mismas que las de otros años. Los aumentos con respecto a 2016 son de entre un 20 y un 30%, pero otros factores, como la lluvia o el retraso del comienzo de las clases, también vienen repercutiendo en el negocio”.

Con relación al costo de la canasta escolar, José afirmó que “no es posible establecerlo, porque hay mucha variedad de productos. Hay listas que pueden resolverse con 800 pesos. Si se eligen carpetas o cartucheras de personajes conocidos y tienen que comprar mochilas, los gastos pueden llegar a más de 2.000 pesos por chico”.

Más allá del valor de los útiles, para este librero “la canasta escolar no es un gasto, sino que es una inversión. Es una forma de motivar a los chicos para que estén contentos con la escuela”.

A pesar de ir en contra a sus intereses comerciales, José reveló un secreto para que las familias puedan ahorrar algún dinero: “No hay que traer a los chicos, ellos siempre en­gordan las cuentas al pedir productos de licencias oficiales. Aunque también es cierto que para ellos re­presenta algo importante poder elegir sus útiles”, explicó.

Sobre el hecho de ir con los hijos a la librería, Daniela Scarelli contó su experiencia: “Fui a comprar con los nenes y se portaron muy bien. Llegamos al acuerdo de que ellos podían elegir los productos, pero dentro en un rango de precio determinado. Respetaron el pacto y no tuve que comerme ningún escándalo en el negocio”, dijo entre risas esta mamá.

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