“Migración temporal”: el 10% de los platenses viajan a Capital por trabajo

Más oportunidades, falta de expectativas en sus lugares de origen y mejores sueldos son los motivos que llevan a soportar trayectos que pueden durar hasta cuatro horas 

Cada día, un promedio de 75.000 personas de La Plata y los alrededores, que equivalen al 10% de la población, viaja hacia Capital Federal para trabajar. Unas 15.000 lo hacen en colectivo, desde la Terminal de Ómnibus; al menos unas 20.000 llegan en tren, y alrededor de 40.000 se desplaza en auto, a través de la Autopista La Plata-Buenos Aires.

En condiciones de tránsito normales, quien viaja en colectivo tarda 2 horas y gasta $76 diarios. Por mes, si se trabajan 5 días por semana, se invierte unas 40 horas y $1.500. En tren, el costo se reduce a $80 mensuales, ya que el boleto hasta Constitución tiene un valor de $4. El tiempo, en cambio, se incrementa a 2 horas y 40 minutos al día, que significan 53 horas al mes. 

Para los que viajan en auto, el ahorro de tiempo es significativo: a razón de 45 minutos por viaje, se invierten unas 30 horas por mes en viajar. Por el contrario, los costos se encarecen: para recorrer los 52 kilómetros que nos separan de la Capital, de ida y de vuelta, se necesitan 10 litros de nafta, y, a $18,80 el litro de Súper, son $188 por día. Si se suman $60 de peaje, los viáticos sumarían un total de $5.000 por mes. 

En horario pico, llegar a Capital Federal puede llevar entre 1 y 2 horas. Si el tránsito está complicado por cortes, por flujo turístico o por algún recital de gran convocatoria, la demora puede extenderse a 4 horas, incluso a 6. Con una jornada laboral de 8 horas, quien viaja a Capital suele estar entre 12 y 14 horas fuera de su casa. 

¿Por qué hacer semejante sacrificio? “El espacio y el tiempo son una construcción social y las diferentes comunidades elaboran concepciones muy específicas de ambos. En ese juego, entra el concepto de migración temporal: un fenómeno que refiere a las migraciones laborales, de negocio y por estudio”, explicó la socióloga Mariana Genusso. Según la especialista, “las oportunidades, la atracción económica y de crecimiento profesional de las grandes urbes, en contraste con la falta de oportunidades en las ciudades remitentes, suelen ser factores de empuje”. Genusso afirma que es un fenómeno común en las grandes ciudades del mundo, donde, al ritmo de la globalización, se concentran los trabajos mejor remunerados. 

Leticia Pérez viaja Capital todos los días, desde el año 2009. “En La Plata no conseguí empleo así que tuve que buscar otros horizontes”, explicó. Tarda, como mínimo, 4 horas arriba de un colectivo. “Mis jornadas laborales son de 8 horas, así que estoy abocada plenamente al trabajo”, concluyó.

Desde que los trenes se suspendieron, en septiembre de 2015, la demanda de ómnibus creció. “La situación estuvo muy complicada”, reconoció el director de la Terminal, Darío Musto. Según afirmó, en promedio, viajan unas 35 personas por micro. 

La empresa Costera Metropolitana dispone de entre 150 y 160 servicios diarios, mientras que la empresa Plaza, entre 250 y 280. Aun así, la demanda no alcanza a cubrirse satisfactoriamente. Las quejas más comunes de los usuarios son el incumplimiento de las frecuencias, viajar parados, sobre todo desde Capital hacia La Plata, y el mal estado de las unidades.

Según Musto, la escasa oferta para cubrir esa demanda “está relacionada, en parte, con la falta de inversión de las empresas que recibían subsidios”. El director de la Terminal afirmó que en el último tiempo “se ve menos gente esperando colectivos, tras el regreso del tren a City Bell. Además la empresa Plaza está invirtiendo en mejorar las unidades y eso les permite mantener la frecuencia”. 

Mientras tanto, el tren aún no llega a 1 y 44. Como adelantó este medio, las formaciones volverán a esa estación para fines de julio, en sintonía con el comienzo de las obras del paso bajo nivel de 1 y 32, que le pondrán fin a una demora de más de 20 meses en las tareas de electrificación de la Línea Roca.

Francisco Monteagudo

"Viajo todos los días para estudiar interpretación en inglés. Para un presupuesto de estudiante, es un poco caro. Aprovecho para leer algo y si no tengo que repasar nada, duermo”.

Fátima Fernández

“Terminé la carrera de Cine. Acá no conseguí nada de lo mío, allá tampoco, así que me puse a hacer encuestas en Capital. Hay veces que me rinde el viaje y otras que no. Me cansa bastante. Estoy analizando mudarme cerca de la estación para ahorrar tiempo”.

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