cultura

Miguel Grinberg un pionero argentino del rock nacional y la Ecología

Poeta, traductor, periodista, fue uno de los testigos y protagonistas de la fundación del rock nacional y un ferviente defensor del medioambiente y la meditación.

El poeta y monje trapense Thomas Merton acostumbraba decir que los conflictos en el mundo no se deben a la ausencia del amor, sino al amor que no se reconoce a sí mismo, que es infiel a su propia realidad: la crueldad es el amor sin dirección, el odio es el amor frustrado. Ese poeta norteamericano descubrió que la poesía de un argentino veinteañero que a mediados de los años 60 había publicado sus primeras cosas estaba animada por ese mismo sentimiento. Por eso, lo adoptó como discípulo. Ese por entonces joven poeta había nacido en Buenos Aires y cumpliría un papel relevante en los años del nacimiento del rock argentino. Su nombre, Miguel Grinberg.

El entusiasmo de Merton por Grinberg fue tal que en 1964 le escribió a uno de los mayores escritores del siglo XX para decirle: “Estimado Henry Miller, a esta altura ya debe haberlo visto a Grinberg en persona. Es un joven promisorio y lo que más me gusta de él es que está libre de la amargura, la frustración y la autoconmiseración que se está comiendo a tantos buenos poetas. Él ha decidido, realmente, que las cosas no son buenas y que va a tratar de mejorarlas. Es de los que no volarán al mundo en pedazos. Tal vez alguno de sus mayores lo haga antes de que él logre lo que procura. Pero si su grupo lo consigue, entonces, tal vez, quede esperanza”.

El encuentro de Miguel Grinberg con Henry Miller sucedió de una manera fortuita. En la década del 60, el autor argentino publicaba sus artículos en una revista literaria llamada Eco Contemporáneo, en la que establecía contacto con artistas muy disímiles. Uno de ellos le dio una carta suya a Henry Miller, quien le contestó espontáneamente. El escritor norteamericano tenía una idea fija: pensaba que Tierra del Fuego era una tierra que ardía, y le preguntó a Grinberg si era verdad. Así empezó un vínculo formidable entre ambos. Durante el último encuentro que tuvieron, Miller le expresaría, con enorme talento literario, una frase que lo marcaría de ahí en más: “Si la vida es solamente consumir y pagar impuestos, indudablemente la vida no vale la pena”.

En el prólogo del libro 80 preguntas a Miguel Grinberg, en el que precisamente 80 figuras, entre poetas, periodistas, músicos, escritores, diletantes, fueron convocadas para realizarle una pregunta, Juan Carlos ­Kreimer escribió: “Muchos lo despreciaban porque no respondía a ninguna línea ideológica conocida. Para el establishment era un desertor; para los gatopartidistas, era un rojo; para la izquierda, un humanista, que en esos años era despectivo porque se lo habían apropiado quienes insistían en una educación catequista”.

Publicó más de 50 libros. Sin dudas, uno de los más importantes lo publicó en 2015, bajo el título Una vida hermosa, dedicado a Luis Alberto ­Spinetta, con quien desde la época de Almendra había mantenido una comunicación muy intensa. Ambos estuvieron unidos por un vínculo muy fuerte: la literatura. Fue el poeta quien le hizo conocer a Spinetta la obra de Antonin Artaud, que fascinó tanto al músico que terminó dedicándole un disco. De hecho, los recitales en los que se presentó el álbum Artaud ­fueron producidos por el propio ­Grinberg.

Este hombre polifacético y ­crónicamente joven murió el 4 de marzo de 2022. Hasta el final de sus días conservó las ganas de hacer cosas. Los domingos ponía el ­despertador a las 2 de la madrugada para ir a hacer su programa Rock que me hiciste bien a radio Nacional. Era su manera de que el mundo se volviera un lugar un poquito más hospitalario.

Comienza en la Biblioteca Central de la Provincia el ciclo Miguel Grinberg

El Instituto Cultural ofrecerá quincenalmente la presentación de textos vinculados al universo de la música popular argentina. Con entrada libre y gratuita, el primer encuentro será el 11 de agosto con el libro Brilla la luz para ellas. Una historia de las mujeres en el rock argentino, de Romina Zanellato.

La Biblioteca Central de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en calle 47 nº 510, dará inicio este jueves, a las 18, al ciclo “Miguel Grinberg”.

La propuesta está dedicada a los libros del universo de la música. Desde biografías hasta ensayos críticos, pasando por la entrevista, la recuperación de archivo, la viñeta referencial, la poesía y la antología. Un ciclo que pretende dar alcance a libros dedicados a la obra de músicos bonaerenses y que toma el nombre de Miguel ­Grinberg, quien encendió la mecha para el big bang de la contracultura argentina y tomó nota de su explosión.

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