Se viene diciembre y buscan garantizar el servicio del agua con la llegada del verano

El planteo se generó en distintas asambleas vecinales de La Plata, en donde se teme por un verano agobiante con cortesy baja presión en algunas zonas puntuales de la ciudad.

Vecinos referentes de las distintas asambleas que representan a los barrios de La Plata se encuentran en estado de alerta por la posible falta de agua y baja presión en algunas zonas puntuales como Tolosa, Altos de San Lorenzo, Aeropuerto y Ringuelet a partir del 21 de diciembre cuando se inicie el verano.

Acaba de comenzar el último mes completo de la primavera, y ya se vienen generando pedidos de soluciones y reclamos en 20 y 530, 138 y 65, 18 y 82 y en gran parte del barrio La Favela en Tolosa y algunas zonas de Ringuelet.

Si bien hay regiones de la capital provincial que están más organizadas que otras, se está evaluando una gran juntada vecinal con representantes de los principales barrios de La Plata para adelantarse a lo que podría significar el último verano sin “presión de agua” en la ciudad, ya que desde el gobierno de la Provincia se había anunciado para el final del 2023 la culminación de una obra de ampliación de la planta potabilizadora que no le daría excusas y argumentos a ABSA para garantizar el servicio en cada punto de la ciudad.

En Tolosa, por ejemplo, las personas también están muy preocupadas por la inseguridad y la iluminación en algunas esquinas. Sin embargo, la falta de agua en el final del año y los primeros meses del 2022 impulsaron la intención de generar encuentros con otras personas referentes del barrio San Carlos, de algunas zonas de Los Hornos, y principalmente los que viven cerca del Estadio Único para poder anticiparse a los cortes.

Hace unas semanas, incluso en el medio de la primavera, varias personas que viven sobre la calle 530 entre 19 y 21 amenazaron con cortar la calle en reclamo hacia la empresa ABSA por la falta de presión de agua. Sin embargo, el principal problema radica en un intento de solución personal que a largo plazo termina agravando la situación de todo: la colocación de bombas presurizadoras dentro de los domicilios.

En tal sentido, no son pocos los que además de reclamar por la falta de presión y de agua en algunas zonas, reconocen que en algún momento tuvieron que hacer instalaciones con perforaciones en sus casas, pagando hasta más de 120.000 pesos para colocar bombas que absorben el agua desde la red central y hacen que los tanques de las casas se llenen de forma más rápida. El problema lo tiene el vecino de al lado, que si no llega a tener el mismo sistema se queda sin la presión original del agua que debe garantizar ABSA (y que ya de por si es poca) sumado a que a muy pocos metros y debajo de la tierra hay otra bomba que saca más rápido el poco agua que circula para llevarla a una casa en particular.

Muchas veces, en efecto, se terminan generando discusiones entre los propios damnificados de este sistema, ya que saca provecho el que tiene la bomba con mayor cantidad de poder de extracción, aunque en todos los casos son instalaciones indebidas y clandestinas que no están aprobadas por ningún organismo estatal.

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