cultura

Un médico al que todos recuerdan por ser uno de los más grandes escritores rusos

Una biografía de Antón Chéjov escrita por Irène Némirovsky acaba de ser publicada por la editorial platense Mil Botellas.

Una biografía que se lee con la misma fluidez de una novela y que tiene como protagonista a uno de los más grandes escritores que dio Rusia. Se trata de La vida de Chéjov, cuya autora es su compatriota Irène Némirovsky, en una reedición de Mil Botellas.

Una infancia marcada por los latigazos que le daba su padre –que, según el libro, no era cruel, “simplemente el sufrimiento de los demás no lo conmovía”–. Un comerciante pobre que tenía un almacén siempre al borde de la quiebra, que en invierno se helaba porque por todas partes entraba el viento de la estepa. Antón levantaba la mirada y veía caer la nieve. La luz de una vela temblaba siempre sobre el libro que ese niño estaba leyendo, pero no tenía demasiado tiempo para ese solitario disfrute que le abría la lectura, tenía que estar muchas horas, detrás del mostrador, atento a cualquier posible cliente.

Pero, como dice la biógrafa, ese “niño desdichado busca y encuentra rastros de felicidad en todos lados, así como una planta extrae del suelo más estéril los elementos nutritivos que le permiten vivir. Antón se entretenía mirando a la gente, escuchándola”. Sobre todo escucha a su niñe­ra, que a veces interrumpe sus tareas para contarle leyendas oscuras y siniestras donde se pueden encontrar, desordenados, recuerdos de la guerra de Crimea, de la servidumbre, historias de bandidos y de brujas. De ese manantial brotan los primeros relatos que escribirá.

La vida de Chéjov reconstruye el contexto en el que el autor desarrolló su obra, las circunstancias históricas apremiantes en que nacieron sus cuentos y dramas, esas obras maestras de delicadeza y de paciencia: El jardín de los cerezos, Las tres hermanas, La gaviota, El tío Vania. Muchos lo consideran como uno de los mayores escritores de Rusia, e incluso como el primer cuentista en cualquier lengua.

Este libro nos propone asomarnos a la vida de alguien que nunca se vio a sí mismo como un buen escritor, sino como un buen médico.

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