Una platense se convirtió en la primera mujer del mundo en hacer las seis rutas sanmartinianas

Adriana Geymonat es docente en la ciudad y la gesta le llevó seis años, terminando el proceso en el último enero. “Lo que una quiere es dar a conocer los valores sanmartinianos”, le expresó a diario Hoy

La vida de los próceres y los lugares donde ocurrieron hechos históricos movilizan desde hace muchos años a Adriana Geymonat, docente de la ciudad. Con 53 años, esta fascinación personal hizo que pudiese concluir un hecho histórico, ya que completó de manera exitosa las seis rutas del Cruce de los Andes del General San Martín. Así, en cierto modo pudo experimentar en primera persona lo que vivieron todos estos hombres y comprender la hazaña que significó.

— ¿Cómo inició todo el proceso?

—Yo soy docente y cada vez que vienen las vacaciones que tenemos nosotros, siempre lo que voy ahorrando en el año lo invierto en ir a esos lugares donde hay historias para contar. En este caso, fue por mi admiración profunda hacia el General San Martín, que es uno de los próceres más grandes que tenemos y un gran estratega. En el 2017 coincidía que era el bicentenario del Cruce de los Andes y se llegaba un 12 de febrero a Chacabuco, Chile, y justo se conmemoraba el bicentenario de la batalla del mismo nombre. Ahí me pregunté cómo sería esa ruta que hizo para llegar a Chile y combatir a los realistas. Así, comencé con la primera que es el Paso de los Patos, que es la columna que iba al mando San Martín. Es un paso muy difícil y hubo mucha emoción, ya que paramos en los lugares donde pasaban esos hombres. Al volver me dije son seis las rutas que hizo, entonces voy a seguir. Nunca me imaginé que durante seis años iba a completar las rutas sanmartinianas y convertirme en la primera mujer en Argentina y en el mundo en haber recorrido esta gesta. En el 2018 hice el Paso Portillo, en el 2019 el Paso Comecaballos, en el 2020 el Paso Planchón, en el 2021 el Paso Uspallata y el último fue el de Guana. Esta última cabalgata empezó el 9 de enero y volví el 21 a la ciudad. Salvo el primer cruce que fue a caballo, siempre fue a mula, siendo el último un poquito de ambos.

— ¿Cuál fue el más complejo de realizar y llevar a cabo?

— Todos tienen su grado de dificultad, en todos pasé por todas las inclemencias del tiempo, pero en este último en particular, al ser un paso que no está marcado, fue muy difícil atravesar la Cordillera. Tuvimos viento, lluvia y nieve de forma muy fuerte. Fue el único cruce que sentí miedo debido al tiempo, nos tiraba todo y no teníamos manera de ponernos debajo de algo. Estábamos acalambrados y congelados, de día había 40°C y a la noche -10°C o -15°C y con nieve. No podíamos avanzar por los truenos y relámpagos, y hasta se escaparon los caballos. Si bien uno se prepara física, mental y médicamente, es muy difícil. Uno se pone en la piel de estos hombres y se pregunta cómo sin nada pudieron cruzar por estos lugares. Ahí se valora toda la labor y la gesta que hizo San Martín. Ahora, el año que viene en enero la idea es hacer desde donde dejé, que es el Puerto de Coquimbo, en barco llegar a Perú y en el 2024 el objetivo es terminar el proyecto e ir a Francia, donde San Martín pasó sus últimos días.

—Recibiste muchos reconocimentos por este proyecto personal

—En el 2020 me nombraron maestra sanmartiniana. Después recibí un diploma de representantes de la ONU en Buenos Aires. También, un 17 de octubre del 2020 me nombraron Granadera Honorífica del Regimiento de Granaderos del General San Martín, única mujer civil en recibir ese título y me emocionó mucho. Después, recibí de la intendencia de Yapeyú un diploma y tierra de la casa del General. Estoy invitada en julio que me entregarán la bandera de Yapeyú y a su vez tengo que volver a San Juan. Desde Perú también me mandaron una medalla. El Municipio de la ciudad este jueves me citó para darme un reconocimiento como vecina destacada. Lo que una quiere es dar a conocer los valores sanmartinianos.

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