Zoom, aulas web y PDF, la nueva cara de la educación

Docentes y estudiantes universitarios debieron adoptar, de un día para el otro, una modalidad virtual por la pandemia. Cuentan a diario Hoy sus experiencias y modos de organización ante la nueva realidad.

Desde que se decretó la cuarentena obligatoria el 20 de marzo, en La Plata muchos se preguntaron qué iba a pasar con las clases de la Universidad, que recibe en sus distintas facultades a más de 120.000 estudiantes de todo el país.


Ante el temor de que se decidiera suspender el cuatrimestre como pasó en otras universidades, la UNLP puso paños fríos y anunció que las cursadas serían de manera virtual.


Lucas Díaz Ledesma (33) es docente en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. De un día para el otro, se encontró con un panorama que viró 360 grados. Por eso, aún se encuentra en el proceso de adaptarse a la virtualidad.


“Mi materia tiene la modalidad de taller y requiere muchas instancias prácticas, por lo que es fundamental la presencia en el aula. Una cuestión negativa de la virtualización es la falta del cara a cara para producir el conocimiento, es lo más complejo”, señaló a Diario Hoy.


En toda la Universidad Nacional de La Plata funcionan 2200 cátedras y, hoy, ya están activas 2000 de ellas con esta modalidad virtual, según manifestó el presidente de la casa de estudios, Fernando Tauber.


“Es mi primera experiencia con esta modalidad y estoy aprendiendo el funcionamiento, claro que no es lo mismo pero en este marco buscamos darle la vuelta. También mi trabajo se duplicó, porque además de preparar la clase tengo que configurar las plataformas, corregir el doble y estar en conexión permanente”, subrayó Lucas.


Por su parte, Merlina Pierini (27), ayudante en una materia de la última etapa de la carrera de Periodismo, señaló que a los estudiantes les cuesta mucho concentrarse en terminar la carrera en el contexto de aislamiento; aunque las ganas de recibir el título sean las mismas. 


“A los estudiantes les genera mucho malestar e incomodidad. Antes de comenzar la clase, hacemos catarsis y plantean que hay muchas materias que dejaron porque los sobrecargaron de lecturas y tareas que no pueden cumplir”, marcó.


Por otro lado, Magalí Boazzo (23) cursa el tercer año de Artes Audiovisuales en Bellas Artes. Ella incluso se planteó dejar el año y volver el que viene, para poder cursar de modo presencial las materias que tienen que ver con lo práctico. En especial, aquellas materias en las que deben salir a la calle a grabar y fotografiar.


“Al estudiar cine y este ser mi año donde iba a especializarme un poco más en mi orientación, se vuelve un poco frustrante no tener las prácticas como se debería. En un momento pensé en dejar algunas materias por esta razón, pero ahí están los profesores para motivarte y que no lo hagas”, señaló.