Los científicos van a estudiar ambas especies en un intento de poder utilizar sus mecanismos de adaptación para ayudar a los astronautas.
En los próximos días, SpaceX enviará a la Estación Espacial Internacional su 22.ª misión comercial de reabastecimiento de carga desde el centro espacial Kennedy de la NASA. El lanzamiento está programado para el 3 de junio, y esta vez se dirigirán al espacio los diminutos calamares hawaianos y los tardígrados, conocidos comúnmente como osos de agua.
Los científicos planean estudiar su comportamiento en el espacio y las interacciones químicas y moleculares entre los microbios beneficiosos y sus huéspedes animales. Para esa última tarea van a observar a los calamares hawaianos ('Euprymna scolopes'), que brillan en la oscuridad gracias a las bacterias bioluminiscentes, indica RT.
La investigación ayudará a determinar si los vuelos espaciales alteran esa relación mutuamente beneficiosa y a comprender mejor las complejas interacciones entre los animales y los microbios, incluyendo nuevas vías que los microbios utilizan para comunicarse con los tejidos animales.
Se cree que estos conocimientos permitirían desarrollar maneras para proteger y fomentar estas relaciones, y así contribuir al desarrollo de nuevas medidas de protección y mitigación para preservar la salud de los astronautas durante las misiones espaciales de larga duración. La comunidad científica también podría utilizar los resultados de la investigación para mejorar la salud humana y el bienestar en la Tierra.
"Los animales, incluidos los seres humanos, dependen de sus microbios para mantener un sistema digestivo e inmunitario saludable", explicó la investigadora Jamie Foster, que lidera el estudio de la microgravedad en las interacciones microbianas en los animales (UMAMI, por sus siglas en inglés), enfocado en investigar los calamares diminutos. "No comprendemos del todo cómo los vuelos espaciales alteran estas interacciones beneficiosas", agregó.
Los microorganismos más resistentes
Por su parte, otros integrantes de la misión espacial, los tardígrados —los microorganismos más resistentes de la Tierra en condiciones extremas— son perfectos para estudiar los mecanismos de adaptación para sobrevivir en el espacio, y podrían contribuir a una mejor comprensión de los factores de estrés que afectan a los humanos en el espacio y así ayudar a crear maneras de contrarrestarlos.
"Una de las cosas que nos interesa mucho es entender cómo sobreviven y se reproducen los tardígrados en estos entornos y si podemos aprender algo sobre los trucos que utilizan y adaptarlos para salvaguardar a los astronautas", señaló el investigador principal Thomas Boothby.