“A Balcedo, Suárez y Medina había que meterlos presos para que la prisión de Moyano fuera razonable”

Así lo confirmó el abogado de los Moyano, Daniel Llermanos, que aseguró que toda la causa estaba “armada” porque no tenía “una sola prueba objetiva”

"Creo que fue a fines de 2018 cuando empecé a recibir información a través de agentes del Servicio Penitenciario y funcionarios del Poder Judicial que no dieron su nombre, diciéndome que toda la causa de los Moyano estaba armada. Y esto era así, porque el expediente no tenía una sola prueba objetiva. Es más, el fiscal Scalera, que por orden de Conte Grand instruía esta causa, no acusaba a ninguno de los detenidos de ningún delito, sino que se habían confabulado para cometer ilícitos. No había ni uno comprobado”, así comenzó Daniel Llermanos a explicar cómo le armaron una causa a su defendido, Pablo Moyano.

“Metieron a amigos y enemigos de Moyano presos, sin tener contra ninguno de ellos, ni contra Bebote, ni un delito probado. Pero de lo que tenían certeza es que la Policía, la inteligencia, los fondos económicos iban a ser funcionales a detenerlos por este supuesto contrato y luego necesitaban que de los diez presos, alguno se quebrara. Y de hecho uno se quebró a los bifes y esto está dicho en términos muy delicados. Nadie soporta durante mucho tiempo una tortura”, remarcó el letrado con vehemencia.

Llermanos explicó cómo se obtuvieron los testimonios contra su defendido al aseverar que “la privación de libertad, la pérdida del sexo, la pérdida de la comida y la familia, la pérdida de tu cama y tu televisor, el frío, la humedad y todo eso hacen que en un momento vos les digas Flaco yo me llamo Juan Manuel de Rosas, decime que tengo que decir, es inevitable, y no critico al que lo hizo”.

“Un día se me apareció un agente de inteligencia activo que trabajaba de abogado de uno de los que acusaba a Moyano y me dijo: doctor Llermanos, estoy haciendo una cosa que no me gusta, de la cual me quiero apartar. Yo estoy colaborando con Scalera para fabricar pruebas en contra de Pablo Moyano y no quiero hacerlo más. Me confesó que trabajaba para la AFI, por orden de Alan Ruiz. Les expresó que se quería ir, entonces lo echaron y amenazaron. Mientras tanto su cliente se desdijo de la acusación contra Moyano y confirmó que había sido un apriete”, explicó.

En relación con la famosa celda cableada, Llermanos indicó que “como ya estaban seguros del que estaba apretado, el fiscal que era cómplice y el fiscal general Conte Grand, que era un delincuente, estaban todos de acuerdo, y dijeron Pablo Moyano tiene que estar preso en una cárcel especial, pero no por la comodidad, sino para saber qué dicen los abogados y los familiares cuando los vayan a ver, para ver qué planes tienen. Lo mismo que hicieron con todos los presos K”.

El defensor de los Moyano indicó que denunció esto y “ningún juzgado hizo nada. Pasó el tiempo y cae preso Verdura, cuenta todo lo que yo ya sabía de muy buena fuente y que había denunciado pública y judicialmente, y no me habían dado pelota. Hoy está probado que a los Moyano se le armó una causa falsa y un calabozo, suponiendo que iban a ir preso sí o sí, para grabar las conversaciones. Esta es la basura que hizo Macri con la AFI durante cuatro años, una cosa repugnante, propia del régimen de Videla. Falta saber si mató gente, quizá a Santiago Maldonado. Todo muy parecido a los métodos de la Dictadura”.

Finalmente, el letrado reflexionó sobre el por qué de otras acciones que se cometieron como daños colaterales que servirían a la causa Moyano, al decir: “Yo de la vida de Marcelo Balcedo conozco poco, de la vida del Caballo Suárez también, de la vida del Pata Medina también. Lo que sí sé es que había que meterlos presos para que la cárcel de Moyano fuera entendida como algo razonable, porque sería uno de los tantos sindicalistas corruptos. O sea que fueron usadas sus prisiones para justificar la de Moyano”.

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