Corrupción K: las casas que Milagro Sala no construyó

Pese a los millones que recibió durante la década pasada para la realización de viviendas, la líder de la Túpac Amaru dejó sin levantar 1.800 propiedades y más de 500 a medio hacer. El fraude supera los $722 millones. Hoy, la conclusión de las obras insumiría más de $1.200 millones. Por esta causa, entre otras, permanece presa

Nuevas imágenes de la corrupción K se agregan al triste álbum integrado ya por los Báez, contando millones en La Rosadita; el exsecretario de Obras Públicas, José López, tratando de esconder bolsos repletos de dinero en un convento; o, más recientemente, la montaña de dólares en las cuentas bancarias de Florencia Kirchner.

Esta vez, las postales llegan desde Jujuy y no son menos indignantes. Se trata de miles de casas a medio terminar, muchas de ellas sin techos ni ventanas, sin revoque, con sus tanques de agua sin colocar en el suelo, abandonadas entre páramos olvidados o perdiéndose entre arbustos. Son algunas de las viviendas por las que la líder de la Túpac Amaru, Milagro Sala, recibió durante la década pasada $1.383.751.787,60 del Estado nacional. Con esos millones, que pertenecen a todos los argentinos y que consiguió a través de las cooperativas de trabajo de la Túpac, la piquetera debía levantar 8.532 propiedades, de las cuales 1.836 jamás se construyeron y otras 524 continúan inconclusas.  Estas últimas, incluso, ya fueron tomadas por algunas familias a las que se les había prometido su hogar.

A valores históricos, el fraude a la administración pública asciende a los $722.925.537,59. Sin embargo, a valores actuales, la construcción de las viviendas faltantes y la terminación de las inconclusas requeriría $1.239.804.000. 

Los datos se desprenden de un relevamiento realizado por funcionarios de la Oficina Anticorrupción (OA) y el Instituto de la Vivienda de Jujuy (IVUJ), junto a ingenieros, arquitectos y escribanos públicos que recorrieron diez barrios en los que la agrupación de Sala debía haber garantizado las viviendas.

El resultado arrojado por el informe al que accedió Hoy es una de las causas por las que la dirigente ultra K permanece presa desde enero, acusada de asociación ilícita y defraudación al Estado. No obstante, sus defensores, hombres con prontuario como el exvicepresidente Amado Boudou -quien el miércoles visitó a la detenida en la cárcel de mujeres jujeña-, dicen que es “una presa política”, mismo argumento que ya barajan ante el caso de que Cristina Kirchner termine tras las rejas por alguna de las múltiples denuncias que la acechan.

Volviendo a Sala, su situación procesal se explica con los retratos recogidos por la OA en los siguientes barrios: Alto Comedero, donde se verificó un faltante de 683 viviendas y otras 120 en construcción; General San Martín, donde siguen en construcción 52 unidades y hay un faltante de 248; Monterrico, con 40 sin terminar y 240 que faltan; San Pedro, con 81 sin concluir y 184 que ni siquiera se empezaron a levantar; Calilegua, con 40 inconclusas y 152 que faltan; Palpalá, donde faltan 113; La Esperanza, donde hay 40 que están en construcción y otras 84 que jamás comenzaron a construirse; Humahuaca, con 101 en construcción y 82 que faltan; Perico, con 50 unidades que todavía no se finalizaron y 30 que faltan, y El Carmen, donde se registró un faltante total de 20.

Para las autoridades jujeñas, las pruebas de este relevamiento son tajantes a la hora de sopesar la responsabilidad de Sala en el manejo discrecional de fondos que la Casa Rosada le transfirió durante la década pasada. Mucho más si se piensa que no se utilizaron en absoluto para atender las carencias de los más necesitados, de esos once millones de personas que cayeron en la pobreza durante los doce años de kirchnerismo.

Porque, como se ha dicho incansablemente desde estas páginas, la corrupción, si no mata, al menos quita derechos, perpetúa la miseria y atrasa. Las imágenes que ahora llegan desde Jujuy son más que elocuentes.

 

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