Grave denuncia
Dirigente sindical vinculado a Garro acusado por violencia de género
Se trata de Darío Alfano, titular de uno de los gremios municipales de La Plata. Su mujer denunció que su auto fue chocado por un vehículo conducido por el sindicalista. También dijo haber recibido golpes de puño y amenazas de muerte. Un juez decretó un perímetro de exclusión y el acusado busca no ir preso. Radiografía de las relaciones con el jefe comunal
Rubén Darío Alfano tiene 37 años y es el sindicalista preferido del intendente de La Plata, Julio César Garro. Su vínculo es tan estrecho que, poco tiempo después de asumir, ambos sellaron un pacto que habría incluido afiliaciones compulsivas a favor de uno de los gremios de empleados municipales, facilidades para otorgar préstamos a tasas usureras y la habilitación de negocios vinculados a la noche platense.
Alfano fue denunciado por un grave caso de violencia de género. La víctima fue nada menos que su mujer, cuyas iniciales son S. A. A. (se resguarda la identidad por seguridad) y es una empleada municipal de 29 años.
Según un fallo dictado por el titular del Juzgado de Familia nº 5 de La Plata, Hugo Rondina, se le impuso a Alfano un perímetro de exclusión de 200 metros respecto al domicilio donde reside la denunciante, como así también la prohibición de acceso a dicho inmueble y de acercamiento a la joven.
Según consta en el expediente, al que accedió diario Hoy, S. A. A. describió en sede judicial una serie de intimidaciones por parte del accionado, denunciando asimismo haber resultado víctima de agresiones físicas tales como golpes de puño en las piernas, brazos y costillas, agregando que también la habría tomado fuertemente del cuello “zamarréandola”. También declaró haber sido víctima de otro episodio violento: con su automóvil particular, Alfano habría embestido el vehículo que manejaba la joven, “para luego amenazarla de muerte”.
A partir de lo sucedido, también intervino la Justicia Penal dado que se abrió una causa en la Unidad Fiscal de Investigaciones nº 13 de Violencia de Género y/o Familiar, a cargo de Mariana Ruffino. Según pudo saber este diario, ante la posibilidad de que se ordene la detención de Alfano, los abogados del titular del gremio de empleados municipales presentaron un pedido de “eximición de prisión”.
Relaciones peligrosas
En distintos ámbitos políticos y sindicales califican a Alfano como “un socio de Julio Garro”. Tan estrecha es la relación, que el dirigente sindical anunció públicamente el apoyo a la lista de concejales que armó el jefe comunal.“Apoyamos a Garro porque tiene sensibilidad y nos trajo beneficios a los municipales”, dijo Alfano el pasado 1º de agosto, pocos días antes de las Primarias y 24 horas después de haber organizado un acto en la sede de la Coordinación Municipal, un área de la comuna comandada por el segundo de Alfano en el gremio, Daniel Menegat, uno de los funcionarios que llegó al gabinete municipal de la mano del denunciado dirigente sindical.
Esta sociedad entre Garro y Alfano también se tradujo en más de un centenar de designaciones “a dedo” de directores, subdirectores y personal jerárquico en distintas dependencias municipales. Como contrapartida, desde el gremio le aportaron 300 fiscales a Cambiemos para trabajar en las Primarias.
A su vez, a todos los funcionarios políticos que forman parte de la gestión de Garro se los afilia al sindicato, a varios de ellos de forma compulsiva. Así lo confirmaron cuatro directores municipales de distintas secretarías que, según relataron a diario Hoy, se enteraron de que estaban aportando al sindicato cuando fueron a cobrar su primer salario. “Ni siquiera nos preguntaron”, se quejaron. En el esquema de afiliaciones, también cumpliría un rol preponderante la mutual del gremio que, siendo una entidad autónoma, sus empleados llamativamente cobran sus sueldos del Municipio. A partir de los favores políticos del Ejecutivo comunal, a lo que se suma el aporte de fondos que no estarían declarados, se estarían otorgando créditos a empleados a tasas usurarias.
Un boliche ubicado junto a un gasoducto
Como era de esperar, la sociedad política también se traslada a los negocios privados. Alfano sería uno de los dueños en las sombras del boliche “Jerry” , ubicado en Camino Centenario y 508, que se inauguró el pasado mes de junio en el mismo local donde año atrás funcionó primero “Mapuche” y luego “Pierchic”. Este último, propiedad de Marcelo Fernández Barón (propietario de “Wilkenny”), se hizo tristemente célebre en el año 2013 cuando una joven de 25 años fue agredida a botellazos por patovicas que le desfiguraron el rostro. Tuvo fractura de maxilar y fue internada. Pese al escándalo, que hasta tuvo impacto nacional, Fernández Barón siguió con su negocio y hoy participa en la explotación de “Jerry”.
Distintas fuentes consultadas por diario Hoy afirman que un alto funcionario municipal también tendría intereses comerciales en ese emprendimiento de Camino Centenario por cuya vereda pasa un gasoducto de alta presión, perteneciente a la empresa Camuzzi Gas Pampeana. En ese contexto, la habilitación de este boliche genera muchas sospechas.
“Vamos a presentar un pedido de informes, dado que resulta extremadamente peligroso que pueda funcionar un local de estas características, que reúne a mucha gente, a escasos metros de un gasoducto. Queremos que el Ejecutivo nos explique si el local está habilitado y, de ser así, bajo qué parámetros. A simple vista se ve que no están adoptando las más mínimas normas de seguridad”, dijo el concejal Gastón Crespo.
Algunas versiones también hablan de que en la explotación de “Jerry” también participaría Santiago Nicolás Piedrabuena, quien fue uno de los cuatro organizadores de la denominada “Fiesta de la Muerte”, donde falleció ahogada la estudiante Emilia Uscamayta Curí. Según se investiga en la Justicia, la fiesta que se realizó el 1º de enero de 2016 no estaba habilitada y habría habido zona liberada. En esa causa, además de Piedrabuena, está imputado el exsecretario de seguridad municipal, Daniel Piqué.