Pandemia

El Presidente se reunió con trabajadores de la salud

Alberto Fernández recibió en Olivos a un grupo de profesionales para analizar la situación con respecto a la pandemia de coronavirus. Se dio tras la repercusión que tuvo la carta abierta de los terapistas.

El Presidente Alberto Fernández recibió este miércoles en la residencia de Olivos a un grupo de terapistas y trabajadores de la salud para interiorizarse sobre el trabajo que de­sarrollan en el marco de la pandemia de coronavirus y luego de la carta abierta difundida el martes por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).

Acompañado por el ministro de Salud, Ginés González García, y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el jefe de Estado se reunió con la epidemióloga María Martha Iglesias, la kinesióloga Claudia Mendoza, el médico y miembro de la SATI Arnaldo Dubin, el emergentólogo Alfredo Calixto Ramos, la promotora de salud Rocío Beatriz Domecq y el jefe de Clínica del Hospital Posadas, Pablo Díaz Aguiar, entre otros profesionales.

La SATI hizo pública una carta en la que alertaba al conjunto de la población a “no desafiar al virus porque el virus nos está ganando”, y señalaba la difícil situación que enfrentan día a día como trabajadores, al observar “en las calles cada vez más gente”.

“Sentimos que no podemos más, que nos vamos quedando solos, que nos están dejando solos”, remarcaron en su mensaje los profesionales.

En el comunicado, firmado por la presidenta de la SATI, Rosana Reina, recordaron que, mientras ellos deben “trabajar en más de un lugar para llegar a fin de mes”, la sociedad se volcó a las calles para “disfrutar” o “reclamar sus derechos”. “¿Qué pasará con ellos y sus familiares mañana?”, interpelaron, tras lo cual convocaron a reflexionar y cumplir las medidas de ­prevención.

Tras el encuentro, que duró casi una hora, el doctor Arnaldo Dubin precisó: “Hay un riesgo cierto de saturación. El sistema sanitario llegó al límite, no damos más. La única posibilidad de evitar un desastre es bajar el número de contagios, y no hay otra herramienta más que el aislamiento. La apertura es una invitación al desmadre”.

Por su parte, el profesional destacó que “el aislamiento permitió que la enfermedad se desarrollara lentamente, el sistema sanitario se fortaleció y los pacientes pudieron ser tratados exitosamente. Por eso la mortalidad ha sido tan baja en la Argentina; por eso, incluso teniendo más contagios que el Reino Unido, tenemos decenas de miles de muertos menos”, concluyó Dubin.