Industria bonaerense en rojo
El ministro bonaerense Pablo López advirtió sobre el deterioro de la economía real en la provincia por efecto de las políticas del Gobierno nacional. Cayó la producción industrial, se desplomó la construcción y el mercado interno se paraliza.
La crisis productiva golpea con fuerza a la Provincia de Buenos Aires. Según datos oficiales relevados por el Ministerio de Economía bonaerense, el impacto del ajuste impulsado por el Gobierno nacional ha generado una caída en cascada de los principales indicadores de la economía real.
El titular de la cartera, Pablo López, advirtió que “las políticas de desindustrialización del Gobierno nacional están dañando el aparato productivo de la provincia”. Las cifras lo respaldan: en comparación con 2023, la producción de neumáticos se desplomó un 40%, la de vehículos utilitarios un 10% y la de gasoil un 15%. A estos retrocesos se suma la contracción sostenida de la construcción, que sigue en caída libre.
“Con los datos de abril, se evidencia que la construcción también sigue cuesta abajo en la Provincia. El derrumbe de 2024 no fue suficiente para la producción de hierro y de acero, que siguen cayendo. Todas las variables relevantes están significativamente por debajo de 2023”, remarcó el funcionario.
La industria metalúrgica, históricamente una de las más robustas del cordón productivo bonaerense, muestra signos alarmantes de desaceleración. Sin obra pública ni crédito, los proyectos se paralizan y miles de empleos están en riesgo. A esto se suma la pérdida de poder adquisitivo que achica la demanda interna, golpeando el consumo de bienes industriales.
López señaló que el plan económico implementado por Javier Milei “está dañando a la economía real y, particularmente, a la Provincia de Buenos Aires, por su relevancia en la industria y la construcción”. En ese sentido, advirtió que la magnitud del ajuste no solo paraliza sectores estratégicos sino que afecta directamente a la calidad de vida de millones de bonaerenses.
“La Provincia requiere de un proyecto nacional que impulse el mercado interno y coloque en el centro la producción, el empleo y los ingresos”, sostuvo el ministro, y apuntó contra la lógica de concentración y apertura indiscriminada que desplaza a la industria local.
Con una matriz productiva fuertemente industrializada y con gran peso del empleo formal privado vinculado a ese sector, Buenos Aires es el termómetro de un modelo económico que, lejos de generar crecimiento, profundiza la recesión.