Insólito: candidato en Avellaneda juega a dos puntas

Se trata de Alejandro Nimo, que se postuló como concejal tanto en el Frente Renovador de Sergio Massa como en el armado denarvaísta

El municipio de Avellaneda se convirtió en el escenario ideal para hacer de las candidaturas un auténtico juego de azar. En su edición de ayer, nuestro diario ponía al descubierto la situación de la concejal Isabel Rodríguez, que se pasó a las filas del massismo siendo la referente de la Coalición Cívica en el distrito bonaerense. Ahora, el que estaría en la mira sería otro postulante que, con una movida más que insólita, logró figurar en dos listas distintas.

Se trata de Alejandro Nimo, hombre vinculado al exintendente Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, que se anotó como candidato a concejal tanto en el Frente Renovador de Sergio Massa como en el armado de Francisco De Narváez.

La denuncia fue he­cha ante la Justicia Electoral por otro dirigente que se postuló en esta última lista, Guillermo Larez, quien, en diálogo con los medios locales, dejó en claro que la maniobra “es un verdadero escándalo”.

Justamente, en el escrito presentado por Larez se detalla que “éste individuo -por Nimo- se presentó en la lista del Frente Renovador de Sergio Massa en el décimo puesto y a los pocos minutos firmó en la lista de Unión Celeste y Blanco”.

Más escándalos

Pero no solamente eso sería lo llamativo en la candidatura de Nimo dentro del frente denarvaísta. Según se supo, existirían otras irregularidades todavía más escandalosas que se encontrarían en la mira de la Junta Electoral platense, como la inclusión de tres personas que son menores de edad o la aparición de dos sujetos -uno de ellos familiar del postulante- que no figuran en el padrón.

Así, y con la información todavía fresca, desde los dos sectores políticos se mostraron entre sorprendidos y ofuscados por la noticia: En el massismo, dijeron desconocer por completo la movida de Nimo, mientras que fuentes allegadas a Francisco De Narváez dejaron entrever su profundo fastidio por la jugada poco feliz del candidato.