IOMA: afiliados en riesgo por el saqueo
Denuncian que intermediarias o gerenciadoras relacionadas con el negocio de los implantes recaudan sumas millonarias por servicios inexistentes. Mientras tanto, se deteriora la calidad a de las prestaciones que reciben más de 2 millones de afiliados en la Provincia
Uno de los principales aspectos que salieron a la luz con el denominado Niembrogate es el accionar de empresas fantasmas –como la sociedad La Usina, que integró el periodista Fernando Niembro- que actúan como intermediarias o gerenciadoras, accediendo a contrataciones directas millonarias del Estado –sin llamados a licitación- sin tener que prestar ningún servicio. Un sistema muy similar existe en el Instituto de Obra Medico Asistencial (IOMA) de la Provincia, con el agravante de que estarían desviando recursos que deberían estar destinados a garantizar la atención de más de 2 millones de afiliados que, en muchos casos, padecen serias deficiencias y trabas burocráticas a la hora de acceder a prestaciones médicas, odontológicas y farmacéuticas.
Convenio polémico
Uno de los principales convenios que tiene el IOMA es el relacionado con la provisión de insumos, que fue firmado con la Asociación de Clínicas de Buenos Aires (Acliba) y la Federación de Clínicas (Fecliba). Este convenio rige desde el año 1993, pero ha sufrido distintas modificaciones. En 2001 se sumaron la Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado (Femape), y la Cámara de Proveedores de Prótesis e Insumos Médicos de Alta Complejidad (Caprimac). Todas estas intermediarias se quedaban con el 2% de la facturación total del IOMA por la compra de insumos.
Tal como oportunamente informó Hoy, se introdujo un cambio sustancial en 2011: Femape y Caprimac fueron marginadas del convenio y entraron dos misteriosas empresas privadas llamadas Kotao SA y Prestaciones RG SA (rebautizadas como Salud Médica Laboral), que pasaron a quedarse con el 2% cada una del total facturado. Es decir, si se suma lo percibido por Acliba o Fecliba, la intermediación se queda con el 6%. Ese proceso, a su vez, conllevó que la obra social esté pagando importantes sobreprecios por los insumos. Se trata de un negocio millonario ya que, actualmente, la facturación de proveedores al IOMA por este convenio supera los $100 millones mensuales.
Kotao es una empresa con domicilio en Capital Federal, que es presidida por un sociólogo uruguayo llamado Gabriel María Vidart que está vinculado con la Asociación de Clínicas Federadas de la Provincia de Buenos Aires y con la firma GPS Fiduciaria S.A. A su vez, Prestaciones RG es una sociedad que en el último año ha emitido 64 cheques sin fondos o con vicios formales por más de $777 mil, de los cuales uno solo fue rescatado, situación que ha llevado a que figure en rojo en los registros del Banco Central. Los responsables de esta sociedad son Antonio Ricardo Izarra y Alfredo Vanini, quienes en 2013 reemplazaron en el directorio a Ricardo Hernán Duaygues y Germán Federico Lobbe. Esta firma fue dada de alta en la AFIP en junio de 2010. Es decir, todo indicaría que fue creada con el fin de intervenir en el convenio de las prótesis que fue modificado en 2011 y que le abrió las puertas para ingresar al IOMA.
El presupuesto 2015 aprobado por la legislatura contempla $14.783 millones para el IOMA durante el presente ejercicio, cifra que pese a su magnitud no estaría alcanzando para cubrir las demandas de miles de afiliados. ¿El motivo? No son pocos los que atribuyen esta situación al hecho de que una parte importante de los recursos estarían siendo saqueados.
“Los recibos que Kotao y Salud Médica Laboral dan a los proveedores, a través de Fecliba y Acliba, son por prestaciones falsas. El IOMA supuestamente ha tercerizado servicios en estas compañías y nosotros podemos acreditar que no utilizamos esos servicios. Igual nos obligan a darle el 2% a cada una de estas empresa”, le dijeron a Hoy varios proveedores, que acompañaron sus afirmaciones con facturas y documentación respaldatoria. Por ejemplo, en una de la factura por $150 mil de Salud Médica Laboral aparece que el servicio es por un supuesto “análisis estadístico de información económica y sanitaria”. “Esto no tiene nada que ver con nuestra actividad: es un escándalo”, dijeron.
Sin llamados a licitación
Al igual de lo que sucede con el caso Niembro, las contrataciones que se hace con este convenio no contemplan llamados a licitación. “Por eso, no hay formas de bajar los precios: el nomenclador de insumos que tiene el IOMA tiene importantes sobreprecios, pero si ofrecemos un valor menor no nos dejan. No existe la competencia y las contrataciones dependen de lo que dictaminen los directores”, dijeron las fuentes consultadas por Hoy. Y agregaron que los sobreprecios, en algunas prótesis, alcanzarían hasta el 100% en dólares. “Este convenio es perverso: institucionalizó el saqueo. Sabemos de muchos casos en lo que los proveedores dejaban una comisión del 10%, que se destinan a cajas políticas, para poder retirar sus cheques. Esa comisión hoy llega al 20%. Todo esto es posible porque en el IOMA se desmanteló la auditoría interna”, le dijo a Hoy el titular de la Asociación de Profesionales del IOMA, Idelmar Seillant, quien ha presentado varias denuncias penales en la Fiscalía de Delitos Complejos de La Plata por las irregularidades registradas en la obra social. Sin ir más lejos, fue quien denunció las estafas con medicamentos oncológicos de alto costo que aparecían como suministrados a pacientes fallecidos y que terminaban siendo vendidos en distintas farmacias de La Plata. Por eso, el próximo 10 de diciembre, quien asuma las riendas de la administración bonaerense deberá afrontar una titánica tarea en caso de querer desterrar este perverso sistema.
Ejemplos del descontrol
Algunos ejemplos de lo que se lleva la intermediación hablan por sí solos:
-Un neuroestimulador vagal el IOMA lo paga $376 mil. De ese total, las gerenciadoras se quedan con $22.500 por cada implante.
-Una bomba para espaticidad el IOMA la paga $357.200, de los cuales las intermediaciones se queda con $21.432 por cada implante.
-Cada prótesis de columna pediátrica el IOMA la paga $233.120, de los cuales $13.987 quedan en las arcas de las gerenciadoras