Ituzaingó y Quilmes: donde va Caperucita también va el Lobito en el cuento político
Estrategias de dos partidos políticos que, en medio de un país desangrándose, todavía piensan en función de la grieta. En pocos días se repitió la misma "jugada" en dos distritos del Conurbano
En la política es así, donde va uno, atrás va el otro... por si las moscas, por si la competencia les gana...
La última semana, en el Conurbano, se dieron dos situaciones parecidas. Donde fue María Eugenia Vidal y el propio presidente de los argentinos, Mauricio Macri, atrás o casi al mismo tiempo estaba algún referente del kirchnerismo dando alocuciones o mostrándose en público.
Primero, Ituzaingó. La misma jornada en la que la gobernadora alentaba a la clase media, desembaraca el diputado nacional de Unidad Ciudadana, Máximo Kirchner, rodeado de fieles (de los municipales, provinciales y nacionales). Cuando tomó el micrófono en las alturas del Ateneo Néstor Kirchner, reclamó una “alternativa superadora” a lo que fue la famosa década en la que tuvieron “la sartén por el mango”. Llamó la atención. Ituzaingó es un municipio que sigue gobernado por el peronismo de Alberto Descalzo.
Y ayer, el “cuentito” siguió contándose en Quilmes. El distrito que a fines de 2015 pasó a tener las recetas políticas del chef macrista Martiniano Molina, quien realizó un timbreo, a la par de funcionarios de Cambiemos. Mientras éste iba por Espeleta y Solano para dialogar con los vecinos y comerciantes, la bandera kirchnerista también se hacía notar en las calles o en la Casa de Unidad Ciudadana, en el centro quilmeño, donde estuvo con la militancia Agustín Rossi, el diputado santafesino del FpV-PJ (candidato presidencial si no se postula Cristina Fernández) junto a Mayra Mendoza, diputada nacional y referente quilmeña K.


