La cadera del escándalo
El IOMA reintegró $181.807 a la madre de Cristina por una operación de cadera realizada en un sanatorio que no está en la cartilla de la obra social. Auditores médicos afirman que, por una intervención quirúrgica de iguales características, solo se reconoce el 21% de ese valor a otros afiliados
En los últimos años, en el diario Hoy hemos utilizado chorros de tinta y toneladas de papel para dar cuenta de los pesares que deben afrontar los afiliados del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) a la hora de realizarse una intervención quirúrgica, comprar un remedio o hacerse un análisis clínico.
Pero la madre de la presidenta, Ofelia Wilhelm, parece tener coronita. Según denuncian auditores médicos de la obra social, la mamá de Cristina habría recibido beneficios que no obtiene casi ningún otro afiliado en un instituto que cuenta con una cobertura que alcanza a más de 2 millones de personas.
Concretamente, el directorio de la obra social, que está integrado por funcionarios y representantes sindicales, le reintegró a Ofelia –vía trámite de excepción- el 100% de los gastos de una operación que se le practicó en la cadera. Eso no fue todo: también avaló la compra de una prótesis importada y se fijaron valores que estarían muy por encima de lo que el Ioma paga por intervenciones de iguales características.
Las diferencias son notables: mientras que a la madre de la presidenta le desembolsaron $ 181.807.86, si otro afiliado hubiese realizado el mismo trámite de excepción, por un operación idéntica, realizada en la misma clínica, casi con seguridad se le hubiese devuelto solo $38.817,88, es decir, el 21,3% de lo asignado a Ofelia (ver aparte).
Así lo denunciaron desde la Asociación de Profesionales del IOMA (Apioma) cuyo titular, Idelmar Seillant, le dijo a Hoy: “Este tipo de actos de corrupción realizados por funcionarios transgreden todas las normas y resoluciones del IOMA, ocasionando un grave perjuicio al erario público”.
Los pasos que se siguieron
El pasado 19 de mayo, Wilhelm –de 84 años- se internó por una fractura de cadera en una clínica privada de Capital Federal. Más precisamente, en el Sanatorio Otamendi, que es un centro no prestador del IOMA. Se trata del mismo instituto médico donde estuvo internada CFK, durante una semana, por un cuadro sigmoiditis. La mamá de Cristina fue intervenida quirúrgicamente el mismo 19 de mayo.
Tras recuperarse de la operación, la familia de la Presidenta inició un trámite solicitando el reintegro del 100% de los gastos ocasionados. Ahora bien, según denuncian los auditores médicos que forman parte de Apioma, “a cualquier afiliado del IOMA este trámite le saldría denegado por la auditoria por ser una práctica habitual en cualquier institución categórica IV de la provincia de Buenos Aires”.
Agregaron: “al ser la afiliada mayor de 75 años no corresponde la prótesis solicitada (prótesis importada) y al haber sido la afiliada o sus familiares los interesados en que sea atendida en un centro no prestador, en el mejor de los casos sólo se le podría reconocer eventualmente los valores de nomenclador IOMA”.
Cabe destacar que, si bien no incluye al sanatorio Otamendi, el IOMA tiene en su cartilla de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que incluyen a otros importantes centros asistenciales con convenios y cobertura del 100% para la realización de la práctica en cuestión. A saber: Fundación Favaloro, Hospital de Clínicas, Hospital Italiano, Instituto Fleni, Sanatorio Güemes, entre otros.
Pese a ello, por una decisión política que se habría adoptado en las más altas esferas gubernamentales, el directorio de la obra social, en la reunión con fecha del 14 de julio y del 22 de septiembre de este año, igual aprobó los siguientes trámites a favor de la mamá de Cristina:
1) Trámite: Nº 75289/14 en concepto de gastos sanatoriales; fue aprobado por el Directorio del IOMA, por acta 26 fecha 14/07/14. Accediendo a lo solicitado por un monto de $ 82.835,15.
2) Trámite: Nº 75264/14 en concepto de prótesis implantada. Fue aprobado por el Directorio del IOMA, por acta 38, resolución 4514/14, con fecha 22/09/14. Accediendo a lo solicitado, por un monto de $ 46.972,71.
3) Por honorarios médicos, según lo informado por uno de los vocales que habría estado presente en las fecha de reunión anteriormente citadas, se habrían pagado $ 52.000.
Todo esto sucede en el seno de una familia cuyo patrimonio es multimillonario, habiendo crecido exponencialmente desde que Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada en mayo de 2003, producto de inversiones inmobiliarias y hoteleras que resultan por demás sospechosas. De hecho, ayer, fue allanado por la Justicia una de las sociedades hoteleras de la presidenta (ver página 3). En ese contexto, mover influencias políticas para obtener semejante beneficio a favor de la mama de Cristina, a costa de una obra social que a duras penas se sostiene con los aportes que con gran esfuerzo realizan los trabajadores bonaerenses, constituye un verdadero escándalo.
Las notables diferencias
Según un análisis realizado por los auditores médicos consultados por Hoy, cualquier afiliado al IOMA que solicite el mismo reintegro al que pidió Ofelia Wilhelm, por una cirugía de cadera en un centro no prestador, “se le podría haber pagado como reintegro el modulo de gastos sanatoriales, TR 25 Q a un valor de $ 20.117,88, mas honorarios de Equipo Quirúrgico por $ 12.000 y honorarios de Anestesia por $ 3000”.
“En ese caso, la prótesis otorgada seria una Prótesis Bipolar Tipo Gilberty (prótesis nacional) código del nomenclador protésico del IOMA CN2 con un valor de $3700. El total por todo concepto, y si el Directorio lo aprobase, seria de $38.817,88”, concluye el informe.
La respuesta del IOMA
Ante una consulta de Hoy, desde el directorio del IOMA confirmaron la existencia de los trámites aprobados a favor de la mamá de Cristina y afirmaron que “no es el único caso de este tipo”.
“Los trámites de excepción de este tipo, que entran por el directorio, son tratados de forma particular, analizados en profundidad. La cobertura que se otorgó es una potestad que tiene el directorio, conforme a las normativas y reglamentaciones vigentes. Y el caso de la señora Wilhelm no es el único, hay otros similares”, explicaron desde la obra social.