La Provincia, en una semana clave y con desafíos para los próximos meses

Buenos Aires no solo busca la aprobación del Presupuesto, sino también garantizar buenos números en el verano para capear meses posiblemente complicados a partir de marzo, con un eventual recrudecimiento de la pandemia. También están en foco una demanda de acreedores en Nueva York y un plan para recaudar combatiendo a los evasores ricos.

El gobierno de Axel Kicillof enfrenta a partir de esta semana un tiempo marcado por la necesidad de navegar aguas embravecidas.

Por estos días intentará evitar que el proyecto de Presupuesto provincial corra la misma suerte que el enviado al Congreso Nacional por el Presidente Alberto Fernández, el cual está en veremos por el rechazo de la oposición. En principio serán tres ministros (los de Hacienda y Finanzas, Producción y Justicia) los que concurrirán, entre hoy y mañana, a la Legislatura bonaerense para convencer a diputados y senadores de la viabilidad de los números para 2022, pero podrían sumarse dos (Salud e Infraestructura) para complacer a la bancada de Juntos y posibilitar un sí.

Claramente la voz cantante será la del titular de Hacienda y Finanzas, Pablo López, quien se encarga de administrar los números de la Provincia y logró concretar un canje de la deuda pública que fue aceptado por casi todos los acreedores.

Pero tener el Presupuesto aprobado antes de fin de año (para eso Kicillof decidió retrasar una semana su tratamiento) no es la única preocupación del gobierno. También se alzó un escollo con una demanda presentada en Nueva York por acreedores que no aceptaron el canje de deuda ofrecido por la Provincia y que reclaman más de 25 millones de dólares de capital, y los intereses, por los papeles no cancelados. Y, ahora, desde el Ministerio de Salud surgió una advertencia para los primeros meses del otoño: marzo y abril podrían ser complicados por el aumento de casos de Covid-19.

Hay una posibilidad de que la economía bonaerense, que está en recuperación luego de casi dos años de pandemia, vuelva a resentirse si las condiciones sanitarias empeoran.

La falta de definición del Presupuesto nacional (que incluye imprescindibles partidas destinadas a la provincia de Buenos Aires), la demanda de los acreedores y el horizonte amenazador que define el coronavirus SARS-CoV-2 dibujan un mapa complejo para los próximos meses.

Para el gobierno de Kicillof es vital, entonces, que el verano rinda buenos frutos en lo económico. En ese sentido el mandatario expresó optimismo en los últimos días: dijo que la temporada veraniega será “despampanante” y “espectacular”. Lo remarcó durante el acto de lanzamiento de la temporada, ocasión en la cual fue claro respecto de la importancia de que tenga buen movimiento: “Por seis años de crisis, vienen seis de transformación y recuperación, y ese plan empieza este verano”, explicó. “Después de temporadas muy duras, esto es descanso, diversión y turismo, pero también trabajo”, añadió.

Otra pata de la estrategia bonaerense para mejorar la recaudación y hacer frente a los duros meses que se avecinan después del verano es el combate a la evasión impositiva, especialmente desde los sectores de mayores ingresos. Por eso Cristian Girard, el titular de la Agencia de Recaudación Buenos Aires (ARBA), dijo que la estrategia de crecimiento descansa en “en los altos patrimonios y en el combate a la evasión”, como lo informó diario Hoy en su edición de ayer.

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