Los productores, entre la “muerte súbita” y la “agonía”

La crisis en el sector lechero no es nueva. Como tampoco lo es el grito agónico de los tamberos, motor y engranaje de esa economía regional. Pero ante la indifirencia del Gobierno y el plantón del Presidente, que la semana pasada se negó a recibirlos, ellos insisten en sus reclamos.

La crisis en el sector lechero no es nueva. Como tampoco lo es el grito agónico de los tamberos, motor y engranaje de esa economía regional. Pero ante la indifirencia del Gobierno y el plantón del Presidente, que la semana pasada se negó a recibirlos, ellos insisten en sus reclamos. 

Ayer, desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), advirtieron que la producción láctea “se encuentra en jaque y los planteos productivos se retrotraen a los de 40 años atrás, no para aumentar la tan mentada competitividad sino para cambiar una muerte súbita por una agonía un poco más extendida en el tiempo”.

Entre las causas de la crisis están las situaciones climáticas (inundaciones y sequía) que minaron la actividad, pero, sobre todo, los desaguisados económicos y la falta de previsión de un Gobierno que quita el Estado a quienes producen para entregarlo a los mercados. Fundamentalmente la devaluación afectó seriamente el 80% de los costos de producción lechera, que varían según el tipo de cambio.  

La agonía golpea a todos, pero principalmente a los que la pelean desde más abajo, los productores pequeños y medianos que, golpeados por la inflación, las presiones impositivas y las altas tasas de interés para financiarse, padecen más de lo que ganan. “La brecha entre precio de venta y costo de producción genera que el precio de hoy solo cubra el 73% del costo, provocando una descapitalización de casi el 30%”, advirtieron desde CRA, y lamentaron: “Son muchos los que pasan de la subsistencia a la triste desaparición”.

Frente a la crisis y la falta de respuesta oficial a sus problemas, los productores le dan forma a una protesta nacional que podría confirmarse esta semana.