Patricia Bullrich, la señora del armado de causas
El dato presuntamente significativo, recabado mediante llamadas anónimas a la ex cartera de Seguridad, solo derrochó tiempo y dinero en la Justicia.
La Justicia reveló irregularidades trascendentales en el sistema de recompensa por denuncias de corrupción, instaurado por la polémica exfuncionaria Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad.
En medio del raid de Comodoro Py contra Cristina Fernández de Kirchner en 2018, se había iniciado en Santa Fe un nuevo expediente contra la expresidenta a través de un llamado anónimo. El propio gobierno había remitido la acusación para que sea investigada, lo que derivó en el malgasto de tiempo y dinero público y en el descubrimiento de falencias elementales en la línea 134.
Durante 2018, el Ministerio comandado por Bullrich había abierto una línea telefónica para denuncias anónimas vinculadas a la “causa de los cuadernos” que acusaba a Cristina Fernández de Kirchner de ser jefa de una asociación ilícita y por lo cual el juez Claudio Bonadio comenzó a investigar.
En ese marco, el 30 de agosto de 2018, una persona no identificada aseguró tener datos vitales para la investigación y, a partir de eso, se inició una nueva causa en la Justicia de Santa Fe. No obstante, mucho tiempo después se comprobó que se trataba de una pista falsa.
El “NN” aseguraba saber la ubicación exacta de “dinero, bienes y divisas”, pero resultó ser solamente un rejunte de artículos periodísticos.
Pasado prácticamente un año, tras el papelón, el 12 de junio de 2019, la Fiscalía le exigió al Ministerio de Seguridad de Bullrich que revele la identidad de esta persona, conocida como “C100-2081”. Es que la cartera anotaba sus nombres y apellidos por una presunta recompensa en caso de entregar datos significativos para la causa. Sin embargo, se negaron a entregarlos argumentando su resguardo.
En diciembre, una vez asumida Sabina Frederic como ministra, se determinó que “no surgen elementos que permitan identificar al sujeto clave C100-2081” y, por lo tanto, el denunciante se perdió en su anonimato.