“Una necesidad social no puede ser respondida con una amenaza”

En diálogo con diario Hoy Mario Oporto reflexionó sobre la reciente decisión del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de quitar los planes sociales a quienes no envíen sus hijos a la escuela. El actual funcionario y exministro de Educación bonaerense abogó por un “Estado educador y no amenazante”.

El gobierno porteño anunció días atrás que quitará la ayuda social a las familias de bajos recursos que no envíen a sus hijos a la escuela. La excusa de Horacio Rodríguez Larreta para tomar dicha decisión fue que “a través de ella se revertirá el alto ni­vel de inasistencia escolar, e incluye cambios en el sistema de regularidad de los estudiantes”.

De manera que, a partir de ahora, quienes no envíen a sus chicos a la escuela dejarán de recibir esa ayuda para comprar lo poco que puedan, ya que el gobierno de la Ciudad transfiere solo 11.000 pesos a 40.000 familias en situación de pobreza e indigencia. Se trata de un dinero que es depositado en cuentas que cada familia administra a través de una tarjeta con la que solo puede comprar alimentos, artículos de limpieza y útiles escolares.

En diálogo con diario Hoy, el exministro de Educación bonaerense, profesor y actual subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Jefatura de Gabinete, Mario Oporto, cuestionó la decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y apuntó: “Creo que una necesidad social no puede ser respondida con una amenaza; los temas pueden tener distintas miradas y hay que tener cuidado cuando el tono es de una manera, no hay que perder de vista que va dirigido a gente que no tiene nada, absolutamente nada. No es una política acertada porque estamos hablándoles a los sectores que reciben muy poco por todo lo que les falta y, por lo tanto, que la acción del Estado, en vez de ser la persuasión, formación, educación, sea una política social que tenga la amenaza como contraprestación, no me gusta”.

“Cuando uno lleva adelante un programa de asistencia social, está bien poner algunas exigencias, como por ejemplo que mejoren el cuidado de la salud y la escolaridad, eso es bueno si esa condición es acompañada desde el Estado, llevada adelante de forma comprensiva, porque muchas veces la indigencia lleva a la falta de comprensión de determinados problemas, y la amenaza no soluciona nada”, reflexionó.

En ese sentido, Oporto recordó “un escrito de Mayra Arena refiriéndose a su madre, donde ella dice algo muy duro que nos tiene que poner en advertencia: Mi madre perdía trabajos porque no comprendía. Entonces, cuando hay actitudes patoteriles, empeoran la situación. Creo que hay que llevar adelante el plan social, que tenga como condición la escolarización y la salud, pero debe haber un acompañamiento, todo se debe hacer desde un Estado educador y no desde un Estado amenazante”.

“Cuando uno no tiene nada y para darle casi nada se le imponen estas decisiones, es injusto. La educación es una obligación no solo para los que tienen planes, un padre que trabaja y no manda a su hijo al colegio nadie piensa en sacarle el trabajo; la obligatoriedad de la educación también implica la obligación del Estado de crear las condiciones para que ese chico se escolarice. Acompañemos a la familia, seamos un Estado educador y dejemos las amenazas para los que cometen delitos, no para los pobres”, sentenció.

El rol de la Provincia para insertarse en el mundo 

Mario Oporto hoy tiene a su cargo el área vinculada a las relaciones internacionales en medio de un contexto que favorece desde lo comercial a nuestro país y en el que la provincia de Buenos Aires busca ganar terreno y posicionarse dentro de Latinoamérica.

“Acompañamos desde la Provincia la política exterior del Gobierno, acompañamos desde la cooperación. Pero, en una decisión que celebro, el Gobierno nacional ha decidido crear el Consejo Federal de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, donde las provincias actuamos muy directamente”, explicó Oporto.

En ese sentido, apuntó que “la situación de guerra tiene sus ventajas y sus inconvenientes, mejora precios internacionales de ciertos cultivos y, por otro lado, encarece la energía, el combustible. Tenemos una postura geopolítica privilegiada, hay que valorar lo que Buenos Aires representa, está inserta en la Cuenca del Plata y hay que estar atento a las posibilidades de cooperación internacional”.

Pensando en el momento de tener que dejar la gestión, el funcionario señaló: “Me propongo dejar una buena agenda internacional, con buena relación con los organismos internacionales multilaterales y una buena relación con la región. Además, debemos explorar nuevos mercados para lo que una provincia tan rica produce, por eso tenemos una muy buena relación con China; venimos llevando adelante hermanamientos con ciudades y avanzando con Indochina a través de Vietnam”.

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