YPF: a un paso de la impunidad

Un fiscal platense cerró la investigación por la explosión en la refinería en 2013, que estuvo un paso de ser una catástrofe. Lo mismo podría ocurrir con las causas relacionadas al ocultamiento del número de víctimas fatales de las inundaciones ocurrida hace tres años    

Poco a poco, la impunidad se va imponiendo y nadie terminará pagando por lo ocurrido durante las inundaciones ocurridas el 2 y 3 de abril de 2013,  que le costó la vida a por lo menos 89 personas. Y que también provocó un incendio de enorme magnitud en la Refinería que tiene la empresa YPF en Ensenada. El siniestro, además de dejar 14 personas heridas, puso en vilo a toda la región

Luego del incendio, el fiscal platense Marcelo Romero decidió iniciar de oficio una investigación penal para determinar las razones y los responsables del siniestro que, según se supo, estuvo muy cerca de convertirse en una catástrofe de proporciones bíblicas en caso de haberse extendido a otras zonas de la refinería (ver página 4). Cabe recordar que para contener las llamas se requirió que trabajaran durante horas casi todas las dotaciones de bomberos de La Plata, Berisso y Ensenada, y de otras localidades aledañas, lo que implicó dejar librada a su suerte a muchas familias que estaban con el agua al cuello y que tuvieron que ser socorridas por voluntarios que, en muchas casos, eran sus propios vecinos.

En aquel entonces circularon todo tipo de sospechas de que en el siniestro ocurrido en la planta de YPF habría influido en la magnitud del fenómeno climático: se habló de una suerte de encapsulamiento de la tormenta debido a que la enorme nube de hollín, que emanó la destilería, habría impedido que la tormenta avanzara hacia el río de La Plata. ¿Cómo se explica que, en esa misma jornada, la cantidad de milímetros que cayó en Capital Federal, en el Conurbano y hasta en Berisso fue mucho menor?

Asimismo, también trascendió que desde YPF se habrían visto obligados a cerrar las compuertas del canal que pasa por el interior de la destilería para evitar que el nivel del agua siga subiendo. Ese canal también pasa por el centro de la ciudad de La Plata, por la zona del bosque y del Zoo.  En ese sentido, se constataron muestras muy claras de contaminación con hidrocarburos en distintos puntos de la ciudad, incluso en zonas alejadas de la destilería.

Poco tiempo después de iniciada la investigación, el expediente terminó en el despacho del Fiscal de Delitos Complejos, Jorge Paolini, el mismo que se hizo tristemente célebre el año pasado cuando decidió no  apelar el sobreseimiento en tiempo récord que dictó el juez Esteban Raele a favor de Daniel Scioli en la denuncia por enriqueciemiento ilícito (ver página 7).

Ayer, poco días después de cumplirse tres años del siniestro que puso en vilo de la región, se conoció que Paolini decidió firmar el certificado de defunción de la investigación. ¿El motivo?  Archivó la causa con el insólito argumento que la empresa YPF, al momento del siniestro, era privada y no pública.

Según el fiscal, la explosión en YPF “tuvo su génesis en las extraordinarias precipitaciones ocurridas en abril de 2013. Ello provocó la saturación de todos los sistemas de recolección de desagües pluviales y la dispersión del material inflamable a través del agua”.

“Dicho material tomó contacto con los hornos del sector coque A (que pese a que por entonces ya habían sido detenidos, mantenían una elevada temperatura) y generó el incendio, por lo cual corresponde archivar la presente investigación”.

Ahora bien, ¿por qué el fiscal no investigó  por qué YPF no contaba con la capacidad ni los recursos suficientes para controlar el incendio, sin requerir las dotaciones de los cuarteles de la región que se deberían haberse dedicado a asistir a los inundados?, ¿por qué no se citó a declarar a los máximos responsables de YPF y del gobierno nacional y bonaerense que deberían controlar y auditar a la petrolera?

En tanto, distintas asambleas vecinales de La Plata, que vienen impulsando las denuncias para que se investiguen las responsabilidades políticas por lo ocurrido durante las inundaciones de 2013 (entre ellas las maniobras para encubrir el número de muertos), vienen alertando que el fiscal Paolini va camino a cerrar todos los procesos penales, sin que haya un solo imputado. Una clara muestra de ello fue que, días atrás, rechazó incorporar en la causa el testimonio de nuevos testigos que podrían haber aportado valiosa información relacionada a la subejecución de las partidas presupuestarias destinadas a la realización de obras hidráulicas.

Según la particular óptica del fiscal, esas obras, en caso de realizarse, no impedirían que se vuelva a producir una catástrofe en caso de registrarse un temporal de iguales características.

“El incendio fue por negligencia oficial”

Por Gustavo Calleja (*)

Especial para Hoy

El 2 de abril de 2013 hubo una enorme falencia por parte de YPF en la inundación de la refinería, ya que es la primera vez que se inundó en casi cien años de vida. Esto ocurrió porque estaba tapado el canal oeste, y lo que explotó fue la planta de coque que era muy vieja, lo que podría haber provocado un accidente mucho mayor de lo que finalmente pasó.

El canal desagota en el río, por lo cual no tendría que haberse inundado la refinería. Hubo falencias en la empresa que llevaron a que ese siniestro se produjera.

La empresa no había dispuesto ningún trabajo y equipo de contingencia que pudiera acabar con un incendio en su interior como existía décadas atrás. No terminó todo en una tragedia mayor gracias a la labor heroica de los Bomberos Voluntarios de la zona.

El incendio fue por negligencia oficial ante la falta de planeamiento interno, que arrancó con la privatización de YPF que acompañaron los Kirchner desde Santa Cruz, y dejaron a más de 50.000 personas en la calle y a una política que hoy quiere volver de parte de las nuevas autoridades.

(*) ExSubsecretario de Energía de la Nación

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