Coronel Suárez: la periodista y su marido pueden “explicar todo”
Lo dijo el abogado que los defiende, quien le pidió a la fiscal que les tome declaración hoy. También solicitó que interrogue a la víctima. Un psiquiatra aseguró que Sonia padece el síndrome de Estocolmo.
La periodista Estefanía Heit y su marido, el “pastor” Jesús Olivera, acusados de secuestrar y someter a vejaciones y otros tratos inhumanos a la joven Sonia Molina (33), podrían declarar hoy para dar su versión de los hechos. Por lo pronto, ellos seguirán presos y la víctima recuperándose en un hospital.
El abogado que representa a los dos imputados, Claudio Lofvall, aseguró que le solicitó a la fiscal de Bahía Blanca, Claudia Lorenzo, que proceda a tomarles indagatoria para que se defiendan de los cargos de “abuso sexual con acceso carnal en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada coactiva”. Y aclaró que son inocentes: “Mis clientes tienen explicaciones, que podían haber dado ayer (por el miércoles), pero no declararon porque no están todas las pruebas juntas”, aunque, dijo, ellos “insistían en hablar”.
La fiscal le solicitó a la Justicia de Garantías de Bahía Blanca que dicte la prisión preventiva para Heit, alojada en la comisaría de Tornquist, y Olivera, derivado a la dependencia policial de Coronel Pringles. Respecto del planteo del defensor, hasta anoche la funcionaria del Ministerio Público no se había expedido.
Pero además Lofvall solicitó a Lorenzo que le tome declaración en el hospital de Coronel Suárez a Molina, la víctima de 33 años que permanece internada recuperándose del grave cuadro de desnutrición por el que fue asistida el lunes pasado, cuando logró escapar por una ventana de la casa en la que la mantenían cautiva.
“Si esta mujer pudo entrevistarse con varias personas, entre ellas el intendente, también puede recibir a la fiscal para que ella escuche de su boca el relato de lo que, según ella, pasó, y saque sus conclusiones”, explicó el abogado.
Al respecto, los expertos señalaron que Sonia Marisol Molina sufrió “un control psíquico muy fuerte” durante los tres meses en los que estuvo cautiva y el ser “muy creyente” la “mantuvo íntegra y le dio esperanza y fuerzas para poder salir”.
“Ese instinto de supervivencia fue lo que le permitió poder escapar en una situación extrema, como la de estar muy cerca de la muerte”, dijo Marianela Parenti, integrante del Equipo de Salud Mental del Hospital Municipal de Coronel Suárez, donde permanece internada Molina.
“En principio se le podría adjudicar el instinto de conservación a lo que damos en llamar el síndrome de Estocolmo, que es la valoración afectiva hacia sus captores”, dijo, por su parte, el secretario de Salud de la municipalidad de dicha localidad del sur bonaerense, Juan José Aspitarte.
De todas formas, el psiquiatra aclaró que cuando la paciente fue internada tras recuperar la libertad, “lo que prevalecía era el temor en ese momento a la aparición de esa gente y a volver a vivir la situación que había estado atravesando”.
Dudas y certezas de un caso aberrante
Para los investigadores, hay elementos suficientes para probar que Estefanía Heit (foto) y su marido mantuvieron cautiva a Sonia Molina en su casa de Coronel Suárez, aunque persisten algunas dudas con respecto al móvil.
Una de las sospechas es que la pareja usó a la mujer y la convenció de dejar su Río Colorado natal (en Río Negro) para apoderarse del dinero de la venta de un terreno que tenía y de giros postales que recibía de familiares y amigos. Según la denuncia, la mujer era obligada a trabajar como empleada doméstica y sometida a diversos abusos y vejámenes, que fueron grabados con un teléfono celular. Además, la víctima contó que fue obligada a escribir una carta de suicidio, por lo que se cree que iban a matarla y luego simular que se había quitado la vida.
“Es sorprendente la alegría que tiene”
“Obviamente esto es parte de su historia y no va desaparecer de su vida y le va a ocasionar daños. Hay que ver qué puede hacer ella con esta historia que vivió”, analizó ayer Marianela Parenti, del Equipo de Salud Mental que asiste y contiene a Sonia. La profesional indicó que la víctima sufrió una situación “muy extrema” como las que ocurren en “las guerras, cuando personas son sometidas a aberraciones inhumanas”.
Juan José Aspitarte, en tanto, indicó que “la paciente tiene algunos temores, aceleración del pensamiento, dificultades del sueño, propias del reajuste de la situación normal que está atravesando en compañía de gente que no la amenaza”.
Al hablar sobre el estado físico de la mujer, el profesional expresó que “durante el transcurso del secuestro le hicieron hacer algunos períodos de ayuno donde sólo comía repollo y estuvo más delgada que cuando ingresó la mañana del lunes”, con 20 kilos menos que su peso normal. “Es la primera vez que me toca atender en lo profesional a un paciente en situación aguda”, agregó Aspitarte, asegurando que es “sorprendente la alegría que tiene esta mujer”.