“Desde el momento en que lo vi, dije: Nos va a matar, porque lo veía muy decidido”

Así lo afirmó la pareja del periodista y traductor Juan Pablo Rigotti en su declaración durante el juicio. La joven contó también que Walter Ferraras se burló de ella luego de asesinar a su novio en Ensenada, en 2016.

El Tribunal Oral en lo Criminal n° 5 de La Plata comenzó ayer el juicio oral a Walter Osvaldo Ferraras, acusado de haber asesinado a puñaladas al periodista y traductor Juan Pablo Rigotti (32) el 11 de marzo del 2016 en una vivienda de Ensenada.

La primera en declarar fue Berenice Alejandra Martínez, novia de la víctima. De acuerdo con la investigación, la pareja se encontraba en su casa de dos plantas tomando mate alrededor de las 14. La testigo contó que su marido había ido al segundo piso a ver las plantas que tenían en un balcón.

“Escucho un golpe arriba, me levanto y digo: Juampi, ¿qué pasó? Lo veo que bajaba con él (el acusado), que lo tenía agarrado del cuello con una cuchilla. (El sujeto) era muy violento, todo el tiempo pedía plata. Yo le decía que no teníamos dinero, solo $800. Me acordé de que mi papá guardaba efectivo en un cajón pero no sabía en cuál”, recordó la joven.

En este marco, Martínez agregó que los tres subieron a la habitación de su padre y allí comenzó a revolver los cajones. No halló nada, y Ferraras se ponía cada vez más violento y exigía más dinero. El imputado “lo tenía a Juan Pablo, lo soltaba y me agarraba a mi. Iba intercambiando”, sostuvo.

En un momento, el traductor se fue a la cocina y cuando regresó a la pieza el malviviente lo agarró y le empezó a hacer cortes en el cuello. “Le di $800, una cámara digital y un teléfono LG, y le decía: Andate. (El acusado) nos dijo que nos iba a matar”, contó Martínez.

Robo y homicidio

Luego, el imputado “empieza a acercarse, comienza una lucha y se cae una puerta corrediza. En ese forcejeo constante, volvemos al living. Traté de sacarle la cuchilla (al ladrón) pero no pude. En ese momento, él estaba apuñalando a Juan Pablo. Había sangre por todos lados. Le daba las últimas puñaladas a mi novio y le decía: ¿Viste? Te maté”, detalló la muchacha.

“Juan Pablo ya no podía sostenerse más en pie y se cae. Me dice: Andate porque te va a matar. Fui corriendo a la cocina a buscar una cuchilla, que encima no cortaba. Le dije (al acusado) que se fuera y me contesta que le abra la puerta, porque estaba con llave, él había entrado por el balcón”, comentó Martínez. Pero cuando ella encontró la llave, el sujeto ya se había ido por el mismo lugar por el cual había ingresado a la propiedad.

En un momento, la mujer vio al imputado sobre el techo y desde allí este le mostraba la cuchilla y se reía. Como pudo, ella sacó a su pareja a la calle y fueron auxiliados por un joven que pasaba en auto y los llevó a la ­guardia del hospital Celestino, donde Rigotti falleció producto de las heridas y la pérdida de sangre.

“Desde el momento en que lo vi, dije: Nos va a matar, porque lo veía muy decidido”, aclaró la mujer. La misma tuvo que atravesar varias operaciones en las manos a raíz de los cortes que le produjo el malhechor. Por último, como la casa quedó deshabitada, fue alquilada. De todos modos, los inquilinos dejaron de pagar el alquiler y hoy permanece usurpada.

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