¿Quién está protegiendo a Onofri en Gimnasia?
El llamado a Asamblea para aprobar la convocatoria de acreedores en Gimnasia no es más que una consecuencia directa de las malas políticas de gestión que prevalecieron en los últimos seis años, y que ameritan una sanción interna para sentar un precedente.
Daniel Onofri, quien sería uno de los principales responsables de haber llevado al club a esta crisis junto a su ladero, Bernardo Supera, parece contar con un escudo de protección interno, ya que algunos integrantes del actual gobierno del Lobo se resisten a trabajar una sanción por su mal desempeño.
Sin embargo, hoy el foco de atención parece estar puesto en el socio Ricardo Callabá, quien ya cuenta con una condena social por haberse burlado del club en la antesala a las elecciones, cuando apareció en redes sociales recordando los peores momentos de la institución decana de la ciudad.
Según pudo saber este diario, el extitular albiazul habría llegado a un acuerdo con parte del actual oficialismo en los días previos a los comicios de noviembre pasado, cuando todavía merodeaba la idea de formar una tercera lista que le hubiese restado votos a Gimnasia Positivo.
Semanas atrás, Onofri fue intimado a través de una carta documento que terminó siendo una cortina de humo, ya que hasta el momento no se avanzó en la investigación interna.
La denominada “pesada herencia” económica se sustenta principalmente en una serie de juicios iniciados en contra del club por deudas que no fueron saldadas en su momento. Durante 2012, Onofri tomó las riendas del club y Gastón Sessa inició una demanda millonaria por cesantía. El empresario Juan Simón reclamó seis millones de dólares por el pase de Andrés Guglielminpietro, y Ángel Cappa también demandó a Gimnasia por incumplimiento del contrato.
Asimismo, All Boys de La Pampa reclama un porcentaje por la convertibilidad del dólar en 2002 en el pase de Roberto Sosa.
Así, las deudas en el club llegan a 110 millones de pesos.
Que el árbol no tape el bosque…
El caso de Fernando Miele en San Lorenzo
En el año 2003, la Asamblea de Representantes del club San Lorenzo marcó un precedente al expulsar como socio al expresidente de la entidad, Fernando Miele, imputado por presuntas irregularidades administrativas durante su mandato.
En su momento, los 57 asambleístas presentes (tres estuvieron ausentes) analizaron el informe elevado por el Tribunal de Honor de la entidad, en donde se le recriminó al exdirigente haber incurrido en diferentes irregularidades.
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