“Vivimos en una Argentina violenta y machista”

Pronto a sacar su nuevo álbum, Daniel Agostini, uno de los máximos referentes de la música tropical, habló de todo antes de presentarse esta noche en la ciudad

En la década de los 90 Daniel Agostini probó “las mieles del éxito” con el grupo Sombras, banda con la que durante tres años logró que la música tropical sonara en todas las radios. Luego, el oriundo de la ciudad bonaerense de Merlo, que comenzó a los ocho años cantando folclore junto a su hermana, se decidió a probar suerte en solitario. Hoy, 20 años después. continúa presentándose por todo el país.

Esta noche será el turno de La Plata, ya que estará en 46 entre 13 y 14 a partir de las 23, junto a Los Cartageneros. En un mano a mano con este medio, Daniel habló de su nuevo disco y no se guardó nada.

—Venís seguido a La Plata, ¿qué relación construiste con la ciudad y su gente?

—Es excelente. Concurro siempre porque la convocatoria es maravillosa, la gente me recibe con un amor incondicional, con mucho cariño y respeto. Tengo fanáticos y cada vez vamos sumando más con las nuevas generaciones. Llevo 24 años en la música y estamos tratando de incorporar más familias, risas y corazones a esto que hacemos con tanta energía. En las presentaciones, la gente normalmente va con sus hijos, son eventos íntimos, no son bailes, sino conciertos relajados y extensos.

—Cuando integraste Sombras surgieron hits como Boquita de caramelo, La ventanita y Pega la vuelta que explotaron en todos los medios , ¿cómo fue ese momento?

—-Siempre fui una persona sencilla, tranquila, de perfil bajo. Desde chico me gustaba la idea de incursionar en la música, se dio la posibilidad de hacerlo profesionalmente y de integrar el grupo Sombras. Siento que las canciones fueron éxitos impensados en la Argentina y en el resto del mundo, teniendo una repercusión muy grande. Lo disfruté y lo tomé como una situación del momento, porque soy una persona humilde por sobre todas las cosas. Tengo la misma esencia y el respeto por el público de siempre.

—En la cúspide del éxito, te iniciaste como solista, ¿fue difícil abandonar el grupo?

—Cuando cumplí tres años de contrato con Sombras, debía decidirme entre seguir o lanzarme como solista. Opté por la segunda chance, con la incertidumbre de lo que me podía pasar, pero con la seguridad de que mucha gente me seguía a mí y no al grupo. Me fue bien y sigo gozando. Estoy contento del disco nuevo que estamos próximos a lanzar que se llamará Disfruta de tu vida. 

 Todo esto no tiene una explicación, creo que es una bendición seguir cantando para la gente, me siento querido por el público y es recíproco el amor que nos tenemos. Es por eso que tengo una mentalidad muy sencilla, no soy agrandado, no me subí a ningún caballito. Soy familiero, me interesa dejar un buen ejemplo a mis hijos y quiero dejar un buen ejemplo a la sociedad argentina, porque creo que cada vez está más distorsionada. Como ciudadano quiero aportar con un ejemplo de sanidad, de respeto y de buena predisposición.

—Tus colegas de aquellas épocas cambiaron su estilo mientras que vos mantenés el pelo largo, ¿a qué se debe tu imagen?

—Siento que todavía no soy un tipo grande, cumplo 44 en septiembre y lo festejaré en el Gran Rex con invitados. Será a lo grande porque son eventos especiales. Con respecto al pelo largo, por ahí antes de fin de año me lo corte definitivamente.

—En una entrevista dijiste que la solución para algunos problemas de la juventud sería la vuelta del servicio militar, ¿por qué pensás esto?

—El servicio militar tendría que ser para ambos sexos. Vivimos en una Argentina violenta y machista. Desde casa empiezan las bases para las raíces, la educación, las formas, los valores, la crianza. Hoy no podemos pretender cambiar al mundo, o a la Argentina, que ya viene distorsionada y agresiva desde hace muchos años. Por ejemplo, en las redes sociales hay una agresión constante, la gente se escuda en ellas para lastimar a otros, para herirse entre sí, para hacer bullying que me parece una bajeza. Después, a uno lo cuestionan por declaraciones que hace o por tonterías, la gente nunca queda conforme con ningún comentario. Vivimos en una sociedad agresiva y todos podemos aportar nuestro granito de arena a esta vida que es única. Debemos transitarla sin maldad. 

—Hace un tiempo, Gonzalo, tu hijo más grande, casi se lanza como cantante, ¿cómo repercutió esta situación en vos, como padre y artista?

—Hubo un principio de algo, que no fue consensuado entre su mami (Nazarena Vélez) y yo. Tiempo después, lo hablamos los tres personalmente, entendió que es difícil, que le falta un tiempo y que aún debe estudiar. Creo que tiene que ir a lo seguro para luego buscar alternativas. No es fácil habiendo tantas agrupaciones, tantos artistas que salen de abajo de las baldosas, estaría bueno que mi hijo salga a ganar y a ser triunfador cuando esté preparado. Esto en el buen sentido de la palabra, a ganarse al público y el cariño de la gente.

—Las hinchadas de River y Chivas de México reversionaron La ventanita para las canciones de la cancha, ¿sabías?

—No tenía idea pero me pone feliz, ojalá suceda lo mismo con los temas del disco nuevo y la gente los coree en las canchas para sus equipos. Soy amigo de muchas personas relacionadas con el fútbol y para mí es un placer hacer música para todo tipo de gente y clases sociales. La música es amor y es una cura para todo, en especial es un aporte desde mi humilde espacio para aquellos que pasan difíciles momentos en la vida.

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