Vuelve el Réquiem de Verdi al Argentino

Con más de doscientos artistas en escena, se presentará en la ciudad una de las obras más importantes de la lírica 

El próximo fin de semana, en la Sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino (51 y 9), se presentará la Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi, en un concierto sinfónico-coral que contará con la presencia de solistas de renombre internacional.

La batuta estará a cargo del director titular de la Orquesta Estable, Carlos Vieu, la preparación del Coro Estable le corresponderá a Hernán Sánchez Arteaga y como cantantes solistas participarán la soprano Eiko Senda, la mezzosoprano María Luisa Merino Ronda, el tenor Carlos Duarte y el bajo Hernán Iturralde.

“Se trata de una de las obras más emblemáticas del repertorio sinfónico -coral, que tiene la particularidad de ser compuesto por uno de los más grandes operistas de la historia”, señaló a Hoy Carlos Vieu. “Es una obra de grandes dimensiones en cuanto a la orquesta, coros, cuartetos de solistas, textura, duración... es realmente muy importante: si bien es un réquiem, en los teatros líricos se la programa al mismo nivel que un título de ópera”, agregó.

En este sentido, participarán de la puesta en escena alrededor de cien músicos y más de cien coristas, además de los cuatro reconocidos cantantes solistas. “Estamos felices de presentar esta obra al público”, afirmó Vieu, quien destacó que “cada vez que se hace este réquiem en las más importantes salas del mundo, es un gran suceso”.  La obra se presentará el sábado 9 de agosto próxima, a las 20.30, y el domingo 10, a las 18.30. Hay entradas desde 30 pesos.

Drama y homenaje

La Misa de Réquiem es una pieza sacra concluida en 1874. “La obra tiene un carácter muy dramático”, describió Vieu. Originalmente, Verdi había propuesto a varios compositores de la época hacer un réquiem en conjunto, en honor al italiano Gioachino Rossini. Sin embargo, debido a circunstancias políticas adversas (Verdi formaba parte de un grupo de artistas e intelectuales que apoyaban la unificación italiana y los valores del renacimiento) el proyecto no se concretó. Más tarde, aprovechó el número que ya había escrito para la obra dedicada a Rossini, Libera me Domine: en base a esta pieza, realizó un réquiem propio, con el cual buscó homenajear a otro grande, Alessandro Manzoni.