Barras, política y muerte: incidentes en marcha fúnebre
El funeral del hincha de Colegiales, que involucra al massismo y los K, terminó con violencia
Una procesión futbolera, con toda la cultura del trapo y el aguante, acompañó ayer el féretro del líder de la barra de Colegiales hasta el cementerio de Olivos. A su paso, la tensión se respiraba en el aire, los comercios bajaron sus persianas, las calles se vaciaron y la municipalidad de Vicente López fue vallada y rodeada de policías ante el temor de que los seguidores de Fernando “el loco pocho” Morales López coparan el edificio, en venganza por las connotaciones políticas del asesinato que sacudió la campaña electoral de la zona norte del conurbano bonaerense.
El despliegue, sin embargo, no pudo evitar los disturbios. Agresiones contra periodistas, piedras al tren Belgrano Cargas que osó cruzarse en el camino, golpes y corridas con la policía, saqueos y un amague frente al edificio municipal que no derivó en venganza pese al clima de violencia.
Según informaron a Hoy bajo anonimato, “las agresiones a la prensa fueron producto de no querer que los filmen porque tenían planeado entrar a la municipalidad y saldar cuentas”, contra el secretario de gobierno Cesar Torres y el intendente Jorge Macri, a quienes respondían los asesinos. “La presencia de los medios nacionales los inhibió, pero esto sigue”, confiaron a Hoy en exclusivo.
Además, nuestro diario supo anoche que los hinchas no pudieron ingresar al cementerio porque éste “adelantó el horario de cierre” y no abrió sus puertas. Entonces, “la barra estuvo circulando con el cuerpo durante horas, por varias zonas, y si no pueden entrar mañana (por hoy), esto se va a agravar”. El enojo recaía sobre el municipio, aliado con Sergio Massa, a quienes se acusa como responsables políticos del asesinato.
El folklore de la muerte
Por lo demás, la marcha tuvo color y calor. Rojo, amarillo y azul, con la bandera de Colegiales ondeando sobre el coche fúnebre, colectivos copados por hinchas que sacaban de las ventanas sus brazos en clásico gesto de aliento, más de cincuenta autos y cientos de motos que cantaban a su líder muerto. Hasta una bengala dejó su estela de humo en las avenidas de Vicente López.
En el municipio, en tanto, quienes se hicieron humo fueron las autoridades, que intentan hacer pasar el conflicto como una pelea entre barras, sin la mano negra de la política digitando la vida y la muerte sobre los sectores populares. Tan complejo es el entramado de fútbol y política, lejos de la superestructura que une a la mafia de Julio Grondona con la Casa Rosada, que el presidente de Colegiales, Rodrigo González, se presentará en las próximas elecciones como quinto candidato a concejal de Vicente López por el Frente para la Victoria.
Los cruces no han cesado desde el domingo, cuando asesinaron a Morales López, y si bien todo el arco opositor a la alianza que encabezan Jorge Macri y Massa ha repudiado el hecho, la violencia cruzó un límite y amenaza con profundizarse en lo que resta de la campaña.
Los rumores, afirmaron a Hoy, generan preocupación por más violencia en la zona norte. Lo de ayer fue sólo una advertencia.
