En 18 meses de Cambiemos se incrementó un 23%

Era Macri: la deuda externa crece cien millones de dólares cada 24 horas

En los primeros 18 meses del gobierno de Cambiemos, la deuda externa creció un 23% y ascendió a 192.000 millones de dólares. La Argentina es el mayor emisor de deuda del mundo. Los problemas a futuro que acarrea la política oficial y la opinión de los especialistas

Muchos historiadores se preguntaron si Bernardino Rivadavia alguna vez pensó, cuando tomó un empréstito por un millón de libras esterlinas en 1822 con la banca inglesa Baring Brothers, que daría inicio a la deuda externa, uno de los karmas centrales de la vida política y económica de la Argentina.

La decisión de Mauricio Macri de cumplir con sus compromisos internacionales (comenzando con los fondos buitre), puso en el tapete de la discusión política el desmanejo generalizado del Gobierno, que decidió tomar deuda sin pensar en las consecuencias a futuro para el país, convirtiendo esta situación en uno de los pesares más hondos de la sociedad.

Después de una década en la que el endeudamiento exterior bajó y no se tomaron préstamos con los grandes organismos internacionales, la llegada de Cambiemos al poder avivó el fuego de la deuda externa, tomándose en solo 18 meses la friolera de 55.224 millones de dólares, trepando por estas horas a 192.000 millones de dólares la cifra que la Argentina le debe al mundo.

Esto hace que para volver a “reinsertarse en el mundo”, la Argentina se haya endeudado a un ritmo de US$ 100 millones diarios, y que solo este año se deban abonar US$ 12.500 millones de interés referido a nueva deuda emitida por Cambiemos. 

Además, de acuerdo a lo que establece el Presupuesto 2017, el Gobierno puede tomar un empréstito de hasta US$ 38.000 millones, lo que llevaría a que en los primeros dos años de gestión la deuda tomada pueda alcanzar los US$ 73.000 millones.

Aumento insostenible

De acuerdo a los especialistas consultados por nuestro medio, la Argentina sigue sin tener una política productiva a largo plazo. De esta manera, la posibilidad de que haya un ajuste “brutal” en lo fiscal y eventualmente una mayor emisión de deuda externa asoma en el horizonte cercano, noticia nada positiva para el andamiaje nacional. 

Desde la asunción de Mauricio Macri, el empréstito asumido con el exterior se incrementó en un 23%, creciendo en más del 75% la deuda emitida por los gobiernos provinciales y municipales, llegando dicha suba a un 11% en cuestión de PBI. 

Las cifras oficiales muestran que durante el año pasado los intereses de deuda respecto a 2015 aumentaron un 100%, sumándose más de US$ 9.000 millones tomados por el sector privado.

Otros números evidencian el descontrol de las políticas de gobierno implementadas por Macri: cada uno de los 44 millones de argentinos in­crementaron su deuda en 1.255 

dólares por cabeza, trepando en la actualidad a 4.363 dólares, lo que la convierte en inviable, un problema que puede acarrear serias consecuencias de cara al corto y mediano plazo.

La Argentina emitió en los meses del mandato PRO un 263% más que el segundo mayor emisor que es Arabia Saudita, emitiendo U$S 45.951 millones contra los U$S 17.500 millones del país árabe, originando de esta manera un sobreendeudamiento que no es sostenible en el tiempo.

La preocupación para los expertos radica en que gran parte de esa deuda tomada en el extranjero fue sacada en forma automática del país, sin invertir en suelo nacional ni un peso. Los datos crudos de la realidad destacan que asciende a US$ 18.000 millones la fuga de capitales al exterior desde diciembre de 2015, a la vez que creció un 90% la salida de divisas al exterior en el último año y medio.

La Argentina vuelve al dejà vu de la deuda externa, que la posiciona en una situación crítica de gran vulnerabilidad, con autoridades que, en vez de solucionar el problema de raíz, son pirómanas del hundimiento. 

Un régimen de prioridades oficiales inverso

El estado de la economía se agrava si se tiene en cuenta que la deuda pública, aquella que se produce externa e internamente en pesos, asciende por estas horas a 290.000 millones de dólares, debido más que nada al creciente y elevado ritmo de emisión de bonos, Letras y Lebac por parte de las autoridades económicas que encabeza el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Se calcula que en estos primeros 18 meses, el macrismo emitió poco más de US$ 47.000 millones de deuda en moneda extranjera, dando marco a un cuadro de situación que pone a la economía nacional en la cornisa y al borde del quebranto.

Un simple dato sirve para graficar una realidad compleja: los 16.000 millones de dólares destinados en el Presupuesto nacional para el pago de intereses de deuda es el doble de lo presupuestado por el macrismo para la Educación, y el triple de lo que se le brinda a la Salud. Así, la administración nacional demuestra tener un orden inverso de prioridades, ya que está más preocupada en acordar con los organismos internacionales de crédito mejores condiciones de refinanciación de la deuda, que en solucionar los problemas reales y urgentes de la sociedad en su conjunto.

“El gobierno de Macri vino a gobernar tomando créditos”

Héctor Giuliano Licenciado en Administración y Finanzas. Experto en Deuda Externa

“Entre los países emergentes o en vías de desarrollo, la Argentina se ha convertido en la nación con mayor emisión de deuda del mundo. El gobierno de Macri vino a gobernar tomando créditos, de lo contrario, las cuentas fiscales no cierran, disparando esta cuestión al paroxismo, colocando nueva deuda casi en forma diaria. 

Si al gobierno de Macri se le cortara el flujo de financiación de esa deuda, se terminaría la estabilidad financiera y estallaría el gobierno, habiendo una dependencia total de las finanzas públicas al endeudamiento, y en particular al endeudamiento externo.

La deuda está creciendo en forma extraordinaria, no hay la más mínima capacidad de repago de la misma, y una deuda que no se puede pagar es perpetua, ya que le queda ahí colgada y tiene que vivir refinanciándola y pagar unos intereses cada vez más grandes. 

El año pasado se duplicaron los intereses que se pagaban en relación a 2015, y en 2017 está previsto que aumenten un 40% más respecto a lo que se abonó en 2016, aunque sería mucho más que eso, ya que la deuda que se está colocando va a llevar a ese valor mucho más arriba. 

Macri está en una verdadera trampa de deuda perpetua, tomando para eso más deuda externa y endeudando aún más a las provincias, convirtiendo la situación en un combo explosivo que puede estallar en cualquier momento”.

“Este sistema no se puede sostener en el tiempo”

José Castillo

Economista. Profesor en la UBA

“Durante el gobierno de Mauricio Macri ha crecido toda la deuda, tanto la interna como la externa, por eso decimos que en total el incremento fue de 90.000 millones de dólares en tan solo 18 meses, ya que tenemos que contabilizar el total.

La verdad es que ese dinero que supuestamente ha ingresado no financió el tesoro argentino sino para financiar la bicicleta financiera y garantizar ganancias solo para unos pocos beneficiados del poder económico más concentrado.

Si nos seguimos endeudando, vamos a un choque como pasó en 1982, en 1989 y en 2001.  

Ahora estamos en una etapa que califico como la de la plata dulce, donde pedimos prestado y viene, pero eso después hay que devolverlo, y empieza a subir cada vez más los intereses del servicio de esa deuda. Que el Presupuesto 2017 permita al Gobierno pagar hasta US$ 16.000 millones de intereses de deuda es extraordinario, ya que es el doble del dinero asignado para todo un año en Educación.

En los próximos años va a aumentar lo que hay que pagar, al punto que lo que haya que abonar como servicio de deuda será mucho mayor a lo que pueda llegar a entrar por un nuevo endeudamiento. En ese momento lo que se producirá es una explosión. Este sistema no se puede sostener en el tiempo”.

“Mientras más debemos, más recortes de servicios hay”

Julio Gambina

Economista. Doctor en Ciencias Sociales

“No hay inversión, ni privada local, ni privada externa, tampoco hay condiciones de inversión pública, por lo tanto lo único que anima el crecimiento de la economía es el ingreso de capital externo, el que viene por dos vías: por inversiones especulativas o por inversiones de préstamos, que son las que el Gobierno viene tomando. 

Hay un esquema de renovación de stock de deuda que va creciendo y al mismo tiempo se amplía el pago de los intereses. Mientras más debemos, más recortes de servicios hay para los ciudadanos, cuanto más intereses de deuda se pagan, más se recortan los servicios de Educación, Salud, Seguridad.

La deuda externa es un condicionante importante. Solo un dato comparativo, en el año 2001, antes de que se declare el cese de pagos, se abonaron más de 12.000 millones de dólares de intereses, y planteada la cesación de pagos, en 2002, los intereses fueron de 3.000 millones de dólares, por lo que unos 9.000 millones de dólares se liberaron para atender necesidades. Hoy, estamos pagando de nuevo 12.000 millones de dólares de intereses. Por eso los gobernantes no pueden resolver la crisis educativa ni la provisión de medicamentos para jubilados.

Pero debemos aclarar que la política de endeudamiento no solo es culpa del Gobierno, sino también del Congreso, que es donde se aprueba la toma de préstamos. Hubo apoyo cómplice del Parlamento”.

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