Fin de ciclo K: profundizan la entrega

El gobierno avanza en negociaciones con empresas rusas para que inviertan en Vaca Muerta, ahondando el proceso de liquidación de los recursos naturales. Vil hipoteca del patrimonio nacional. Descascaramiento total del falso relato oficial

La sistemática destrucción de los recursos naturales argentinos, que comenzó en los años ’90 bajo la gestión de Carlos Menem, continúa hoy día intacta bajo la mal llamada década ganada, sin que se hayan producido grandes cambios, sino que por el contrario, se ha profundizado su nivel de entrega y saqueo.

Débora Giorgi ministra de Industria de la Nación, se reunió en Rusia con representantes de distintas empresas petroleras del país europeo para seguir prosperando en la concreción de negocios en Vaca Muerta, avanzando de esta manera con los 26 acuerdos comerciales que firmara la presidenta Cristina Kirchner en su viaje del pasado mes de mayo con Vladimir Putin.

Según dejaron trascender las autoridades nacionales y rusas, se busca concretar negocios para la explotación de petróleo no convencional en el megayacimiento ubicado en las provincias de Neuquén y Mendoza, y es por eso que la funcionaria K mantuvo reuniones con ejecutivos de las empresas Eriell, Gazpron y Rosneft.

Justamente con Rosneft, es con la que más se ha avanzado, ya que se analiza que se invierta en los yacimientos no convencionales de Barranca Baya, Los Perales y Manantiales Bher, todos ellos localizados en el golfo de San Jorge en la provincia de Chubut.

Entrega bajo secreto
Hoy día, Rusia es un país que tiene gas y petróleo, pero no tiene dinero, al revés de lo que pasa con China, que tiene gran cantidad de divisas pero no tiene reservas de petróleo o gas. Gazpron es la mayor empresa extractora de gas del mundo y Eriell es una empresa que hasta hace poco era mixta y ahora es estatal. Estas empresas firman realizaciones futuras, que gracias a la difícil situación monetaria que tiene Rusia, no se sabe si se van a llevar a cabo.

Félix Herrero, ex director de Yacyretá durante la última presidencia de Juan Domingo Perón, aseguró en diálogo con Hoy, que “esto compromete al gobierno próximo de la Argentina, pero la verdad que son todos proyectos a definirse, a realizar, a hacer, nada concreto hay, son todas promesas en el caso de Rusia. Son muy mediáticas, pero poco se llevan a la realidad”.

Según el abogado y economista especializado en energía, “vamos a una situación de ilegalidad muy grande, con cláusulas secretas que no permiten saber qué es lo que se está haciendo realmente en Vaca Muerta ni con qué técnicas se llevan adelante, entonces uno puede presumir que la corrupción que hay detrás de todo esto es muy grande, donde la soberanía nacional está en juego sin que al gobierno kirchnerista esto le interese un poco siquiera”.

En Vaca Muerta, el gobierno nacional ya ha firmado grandes contratos secretos, donde no se sabe a ciencia cierta qué es lo que dice la letra chica porque el propio oficialismo ha negado la posibilidad de saber qué es lo que se negoció en los mismos. Esto pasó con Chevron, Sinopec, Petronas, entre otros contratos, dejando abierta la puerta para que en los mismos se conviertan todo tipo de acciones ilegales basado en el propio secretismo al que el kirchnerismo es tan habitual en su accionar.

“Si yo hago un contrato con una empresa y no lo puedo publicar por las cláusulas secretas que hay en el mismo, no queda otra que algo tengo para esconder, por lo tanto seguro que es una pérdida de soberanía lo que está haciendo el gobierno en materia de recursos naturales”, destacó Herrero.

Toda esta clase de convenios que se firman con Rusia y China, marcan el epílogo de un gobierno en retirada, que busca mantener el poder a cualquier costo, incluso con el de la liquidación total de los recursos naturales a un precio vil para el país, jaqueando a la Argentina de cara al mediano plazo, hipotecando el futuro de las próximas generaciones.

Leyes oficiales para la depredación

A fines del 2014, el gobierno nacional sancionó una nueva Ley de Hidrocarburos, la 27007, que contiene algunos puntos que son fiel expresión del nivel de depredación de los recursos naturales que permitió el kirchnerismo bajo su gestión.

La norma aprobada indica que las petroleras que financien proyectos off shore podrán girar al exterior después del tercer año de producción hasta el 60% de sus ganancias, tal como se especifica en el artículo 19.

Se habilitan concesiones por 25 años para los yacimientos convencionales, 35 años para los no convencionales y 30 años para los desarrollos off-shore en la plataforma marítima argentina, autorizando a las provincias a otorgar prórrogas de 10 años a las empresas que cumplan con las inversiones, fomentando el oligopolio quitando el límite de 5 unidades de producción por empresa.

También se abrió paso al fracking, una técnica que consiste en inyectar agua, ácidos corrosivos y arena a miles de metros de profundidad, produciendo microfracturas en la llamada “roca madre”, causando daños ambientales incalculables para el país.

Multinacionales al acecho

Las facilidades dadas por el kirchnerismo a las empresas multinacionales petroleras para que vengan a invertir en Vaca Muerta son tan grandes como indignantes.

A lo largo de los últimos meses, y con el fin de ciclo K acercándose cada día más, el oficialismo avanzó con grandes beneficios impositivos para los capitales extranjeros que inviertan en el país, así como también con garantizarles inmunidad diplomática, tal como sucede con los contratos firmados por el gobierno de Cristina Kirchner con empresas chinas.

Se aumentan los favores como el otorgamiento de status legal a los beneficios concedidos en virtud del acuerdo YPF-Chevron firmado por Miguel Galuccio, con la pérdida de autonomía que esto representa y sin tener a cambio ninguna clase de beneficios para la población, con precios de las naftas que se irán por las nubes, y con un servicio de gas que continuará con sus problemas endémicos.