Le echan nafta a la inflación
Según explicaron especialistas, los nuevos aumentos en los combustibles no harán otra cosa que contribuir al incremento generalizado de precios, sobre todo de los alimentos
El Gobierno en vez de buscar soluciones profundas al flagelo de la inflación, contribuye en avivar el fuego como cuando se le tira nafta encima. Es que justamente la Casa Rosada dio pie al aumento generalizado de los combustibles que volverá a golpear fuerte en el precio de distintos productos, sobre todo de los alimentos.
Los aumentos en las naftas que comenzaron a aplicarse la semana pasada empezaron a generalizarse desde ayer en todo el país. YPF, con más del 55% del mercado, decidió de esta forma ajustar sus valores hasta un 2,26% en el caso del gasoil, mientras que la nafta súper, en algunas expendedoras, subió hasta un 3% en la región.
Para peor, la perspectiva es que YPF siga aumentando los precios dado que tras la resolución 35 de la secretaría de Comercio Interior, conducida por Guillermo Moreno, la petrolera tiene potestad de subir los valores para no quedar rezagada ante las competidoras, por lo que todavía le queda un margen importante para incrementar (ver aparte).
Esta situación está agudizada por la crisis que vive YPF, que se profundizó tras la intervención del Gobierno con la nacionalización del 51% de la compañía. La escasez de reservas no logró revertirse en lo más mínimo y esa situación también golpea sobre el precio de los alimentos y empuja la inflación (ver aparte).
Se traslada a los costos
Según explicó a Hoy el economista Raúl Cuello: “El aumento de las naftas se traslada directamente a los costos de producción porque los productores tienen que pagar más combustibles y también al consumo, porque los consumidores utilizan también combustibles. Se va a dar un impacto generalizado sobre toda la estructura de precios relativos”.
En ese sentido, destacó que “el transporte es el sector en el que lógicamente primero golpea, y después también en todo lo que es generación de energía”. Además, alertó: “Los sectores más perjudicados son siempre los de menores ingresos, los que tienen menos capacidad de soportar este aumento”.
De esta forma, al subir los costos de los fletes, toda la logística de transporte de alimentos y de otros productos sufrirá aumentos inevitablemente, trasladándose más temprano que tarde a las góndolas.
Por su parte, el economista Claudio Lozano, destacó que la caída en la producción de hidrocarburos y la creciente necesidad de importar combustibles “es un factor más de carácter alcista en la dinámica de evolución de los precios que viene habiendo en la Argentina. Obviamente en la medida que aumenta la energía impacta sobre el resto de los precios”.
Permiso para seguir subiendo
Según estableció a partir del primero de abril Guillermo Moreno, el precio máximo de la nafta súper en la denominada zona seis, que incluye a la ciudad de Buenos Aires y a la Provincia, es de 7,999 pesos por litro. Como YPF todavía tiene valores más bajos que ese, todavía tiene margen para incrementar el precio de su producto y se espera que en las próximas semanas siga subiendo.
Los combustibles se comen los costos
La crisis en materia energética en Argentina es uno de los factores claves para entender la inflación. Basta ver que este año se espera que la importación de energía se lleve el 46% de los dólares que ingresarán por la cosecha, lo que explica la falta de dólares en la economía argentina.
En 2003, la importación de combustible solo representaba el 6% de los dólares que ingresaban por la exportación de productos agrícolas. Pero, no sólo el deterioro de YPF originó la grave situación económica sino diez años de política errada en lo que no se apostó a la producción.
“En lugar de avanzar capturando mayor renta petrolera sobre la base del resto de los operadores privados que operan en el negocio, el gobierno lo que ha hecho es respetar la situación vigente e incluso recomponerle la renta a las petroleras privadas. El resultado es que la posibilidad de financiar la inversión necesaria para resolver la situación se hace cada vez más complicada”, analizó el diputado Claudio Lozano.
Estacioneros advierten por la falta de rentabilidad
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI), Manuel García, advirtió ayer que el sector estudia "un plan de lucha" ante la falta de rentabilidad.
García aseguró: "Estamos preocupados, porque en este juego de establecer precios máximos, a nosotros no nos toca un peso. Hemos tenido que acordar paritarias con el sindicato, hubo aumentos (salariales) del 25 a 27 por ciento, queríamos que YPF participara, porque somos simples intermediarios, pero ellos se negaron".
"Nos prometieron que primero arregláramos con los trabajadores y que después ellos iban a ajustar las bonificaciones, pero luego desconocieron todo lo que habían prometido. Estamos en una situación muy crítica y estamos estudiando junto con los trabajadores tomar algún tipo de medidas, porque las estaciones de servicio siguen cerrando por falta de rentabilidad", describió.
En ese sentido, el directivo de AESI sostuvo que "se está estudiando un plan de lucha que lo vamos a establecer en los próximos días y posiblemente sí, podemos llegar a una medida de fuerza si YPF no cumple con lo que nos prometió en su momento".