Nadie sabe en qué país vive Cristina
Distintos economistas relataron a este diario un panorama diferente del país al que mostró ayer la Presidenta: crece el déficit fiscal, el endeudamiento interno, la emisión monetaria y la inflación
En el acto realizado ayer para la adjudicación de las obras de construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic al grupo empresario Electroingeniería, la Presidenta realizó una intervención de aproximadamente una hora en la que desarrolló una cantidad de argumentos propios de un cuento de hadas, pintando una realidad del país idílica que poco tiene que ver con lo que viven las familias argentinas (ver página 3).
Todos los datos que dio Cristina Fernández ayer que ponían a la Argentina en una situación económica mejor que la de Canadá y Australia eran absolutamente falsos (ver infografía).
Pero además, la mandataria se atrevió a decir que la situación fiscal del país es “sólida”, lo que a esta altura parece una burla.
Para justificar sus argumentos realizó una grosera manipulación de números, que dicen muy poco sobre por qué el país pasó de tener superávit fiscal a tener déficit, con un exponencial aumento del endeudamiento interno, una emisión de moneda descontrolada y una inflación que no tiene techo.
Del superávit al déficit
De esta forma, no se pueda decir que la situación financiera del país es “sólida” cuando se pasó de tener superávit fiscal en 2004 a tener un riesgoso déficit en 2012.
El economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), aseguró a Hoy que “en función de los números oficiales, del Ministerio de Economía de la Nación, hay un deterioro fiscal que se viene dando desde el año 2004, momento en el que a nivel nacional tuvimos un resultado fiscal equivalente a 2,6 puntos del Producto Bruto Interno (PBI). En el 2012 ya estamos en un déficit de 2,4 puntos del PBI”.
En ese sentido, aseguró: “entre 2004 y 2012 hemos prácticamente aumentado el gasto público en 5 puntos del PBI a nivel nacional, lo cual ha generado este paso del superávit al déficit fiscal”.
Pero además, si se descuenta el dinero -que el Gobierno utiliza como financiamiento- obtenido del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la ANSES y de las utilidades del Banco Central, llamados Rentas de la Propiedad (que en 2004 no aportaban nada al PBI), el déficit fiscal en realidad es mayor.
“El año pasado, hubiésemos tenido un déficit fiscal de 3,6 puntos del PBI, en lugar de 2,4. O sea que la ANSES y el BCRA se han transformado en una fuente de financiamiento no menor de la situación fiscal”, concluyó Argañaraz.
Reservas a contramano
Desde el establecimiento del cepo cambiario, en noviembre del 2011, el Banco Central perdió US$8.000 millones, es decir, un 17% del stock total de reservas. Pero mientras aquí los dólares escasean, sobreabundan en los países vecinos, que en ese mismo lapso incrementaron sus propias tenencias: Brasil (19%), Chile (27%), Perú (47%) y Uruguay (74%).
Sólo entre diciembre de 2012 y junio de este año las reservas de la entidad monetaria cayeron 12%, hasta los US$37.800 millones.
El problema del endeudamiento interno
El director del (IARAF), Nadin Argañaraz, en diálogo con Hoy, resaltó los problemas de la forma en que se decide financiar el desequilibrio fiscal. “El déficit requiere obviamente financiamiento, y en Argentina estamos con una presión fiscal récord, y el Gobierno recurre a la emisión monetaria para financiar ese desequilibrio”, explicó.
“El punto es el cómo financiamos el desequilibrio financiero y las consecuencias que esto tiene. Estamos financiando una buena parte del desequilibrio con emisión monetaria, y eso obviamente no es sostenible en el tiempo por el impacto que eso genera en los precios”, puntualizó Argañaraz.
“El análisis del desequilibrio tiene que ser integral, ver si es transitorio o permanente, entre otras cosas. Lo que uno viene viendo es un deterioro fiscal que año a año se va a acrecentando y que en este 2013 habrá que ver cómo va creciendo el gasto, siendo un año electoral, pero podríamos estar con un déficit fiscal nuevamente, que podría estar entre 1,7% y el 2,4% del PBI”, señaló.
“La inflación es un síntoma de debilidad”
El economista Orlando Ferreres (foto) explicó a Hoy cómo ve la situación fiscal del país: “Si uno mira los números concretos, no nos alcanza ni para pagar algunas cuentas. Por ejemplo, miremos el déficit primario: hasta 2010 había superávit, ahora es un déficit bastante fuerte. Además, el déficit total es más parecido al de la convertibilidad, más o menos 2,5 o 3 puntos del PBI y sin acceso a ningún tipo de crédito internacional. Es decir, no podemos colocar bonos en el mercado financiero internacional, donde uno podría lograr un financiamiento para cubrir este agujero”.
“Entonces, se financia todo con el Banco Central, tanto que le regala al Tesoro las reservas o le da los pesos que hay que emitir, también gratis. Esto evidentemente genera inflación que es lo que estamos viviendo, es un síntoma de que hay mucha debilidad, falta de solvencia en lo fiscal”, aseguró Ferreres.
“O sea, si realmente hubiera más solvencia, no habría inflación. Es un indicio claro de la falta de solvencia en las finanzas públicas”, concluyó el economista.