Corrupción K

Ordenaron detener a Hebe de Bonafini por Sueños Compartidos

Así lo dispuso el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien la declaró en rebeldía por no haberse presentado por segunda vez en Tribunales. Tensión en las puertas de la sede de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Escándalo por su fallido llamado a indagatoria 

La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se encuentra pasando su peor momento en la Justicia. Ayer, el juez Marcelo Martínez de Giorgi ordenó su captura, tras declararla en rebeldía al no presentarse a declarar por segunda vez consecutiva en la causa Sueños Compartidos, donde se la investiga por la malversación de cientos de millones de pesos.

Todo comenzó la mañana del jueves, cuando Bonafini no se presentó en Tribunales y su abogado Eduardo Barcesat confirmó que su defendida no se expondría ante el magistrado. Esa decisión llevó a que, luego del cierre del horario judicial, el juez firmara una orden de detención y un allanamiento a la sede de la Asociación Madres de plaza de Mayo. 

La resolución llevó a que cientos de manifestantes se reunieran frente a la puerta del organismo, para no permitir el ingreso del personal policial. De esta manera, sacaron a la referente de los derechos humanos por una puerta lateral y la llevaron a la Plaza de Mayo a hacer su tradicional ronda de los jueves.

La situación provocó fuertes forcejeos con el personal policial y derivó en que la jefatura de la fuerza pidiera a sus agentes retroceder, evitando que los disturbios pasaran a mayores. Este accionar permitió que Bonafini llegara hasta la Pirámide de Mayo y, desde allí, lanzara un duro discurso contra la Justicia y la clase política gobernante.

Confrontación total

Rodeada de la militancia que lanzaba consignas contra el Presidente Mauricio Macri y la Justicia (ver aparte), la referente de los derechos humanos, en una clara desobediencia a los dictados de la Justicia, criticó con dureza al “partido judicial”, al tiempo que señaló que “si nos quieren llevar presos, que nos lleven, no les tenemos miedo a estos hijos de mil p...”.

Como si la causa Sueños Compartidos no existiera y no tuviera nada que ver con el desfalco realizado a las arcas nacionales para la construcción de un plan de viviendas que no se llevó a cabo, la dirigente siguió con su diatriba contra los jueces, al destacar que desde su organismo “avisamos a todo el mundo que la Justicia, tan corrupta, nos quiere detener”.

La agresividad de Bonafini hizo que la orden de allanamiento a la sede de la organización para lograr su aprehensión terminara en la nada. Igualmente, desde el despacho de Di Giorgi se dijo que la orden de captura está librada, por lo que podrán detenerla donde y cuando sea. Estas posturas dejan abierto el camino hacia nuevos enfrentamientos entre la Justicia y el kirchnerismo para las próximas horas.

Captura inminente

La actitud beligerante frente a la Casa Rosada fue trasladada luego a la sede de las Madres, donde la combi que la transportaba se retiró a paso de hombre y cercada por un grupo de militantes que la sitiaba, para que no la pudieran llegvar a Tribunales a declarar.

El escándalo por la fallida detención, que no permitió que rindiera cuentas a la Justicia por su accionar en uno de los más oscuros casos de corrupción acaecidos durante la era kirchnerista, llevó a que el propio Di Giorgi dispusiera la prohibición de salida del país para la titular de Madres de Plaza de Mayo, a quien considera prófuga de la Justicia.

Entre las órdenes dictadas por el juez se determinó que, a lo largo de todo el procedimiento para hacerse con su captura, la Policía cuente con el acompañamiento de una ambulancia que verifique el estado de salud de Bonafini, y una vez que se produzca la detención –en el momento que se haga- , decidirá si procede a tomarle declaración.

Congregación de la militancia K

La orden de captura dictada por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi en contra de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, hizo que todo el universo kirchnerista se hiciera presente para dar su apoyo a la referente social.

Tanto en la tradicional plaza porteña como en la sede del organismo, numerosos dirigentes políticos con dudoso pasado por el paso en la función pública se hicieron presentes, siendo los casos más llamativos el multiprocesado exvicepresidente Amado Boudou y los repudiados dirigentes políticos Luis D’Elía y Fernando Esteche, de Quebracho.

Además, entre los presentes, se encontraban los diputados nacionales de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, Axel Kicillof y Juan Cabandié; la exministra de Cultura de Cristina Kirchner, Teresa Parodi; el excandidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria, Carlos Zannini; el extitular de la AFSCA, Martín Sabbatella; el exmandamás de la AFI, Oscar Parrilli, y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.

Incluso, la expresidenta Cristina Kirchner desde el Instituto Patria hizo publicar unos mensajes de apoyo a Bonafini desde la red social Twitter. 

La corrupción, en su máxima expresión

Hace poco más de seis años, la diputada nacional Elsa Quiroz y la legisladora provincial Maricel Etchecoin Moro de la CC-ARI presentaban la primera denuncia judicial por estafas y malversación de fondos públicos contra la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

La causa, que buscó ser tapada a toda costa desde los máximos niveles del gobierno kirchnerista, tocaba de lleno lo más corrupto del poder K, mostrando todo un accionar a espaldas de la ley que se hacía desde la organización a través de los hermanos Pablo y Sergio Schoklender, con la venia por detrás de la presidenta de la entidad, Hebe de Bonafini.

Según la investigación que lleva adelante la Justicia, Bonafini, los hermanos Schoklender y funcionarios del entonces gobierno K como el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, el exsecretario de Obras Públicas, José López, y el exsubsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, habrían sido los principales responsables del proyecto denominado Sueños Compartidos, que supuestamente apuntaba a construir casas para sectores socialmente postergados, que jamás se construyeron, y que se nutrió de cientos de millones de pesos que salieron de las arcas del Estado.

Los recursos públicos habrían terminado engrosando el patrimonio de los Schoklender y se sospecha que también beneficiaron a Alejandra Bonafini, la hija de Hebe, entre otros personajes ligados al kirchnerismo. 

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