8 mil pesos de nafta y 7 mil kilómetros de travesía en una estanciera del ‘65

(Enviados especiales a Brasil 2014)

Alejandro Martínez, Sebastián Martínez y Juan Manuel Eschenón se embarcaron en una verdadera aventura para ver la Copa del Mundo: salieron hace una semana desde Remedios de Escalada y piensan seguir a la Selección por todo Brasil

Para muchos argentinos, el Mundial es la excusa perfecta para darle lugar a los sueños de juventud. Este es el caso de Alejandro Martínez, Sebastián Martínez y Juan Manuel Eschenón, quienes postergaron las vacaciones durante los últimos tres años para embarcarse en una verdadera aventura: seguir a la Selección en Brasil con una estanciera modelo ’65, que pasó la VTV y no tuvo que pagar impuestos en la aduana. 

La máquina tardó una semana para llegar a estacionarse en la puerta de Cidade do Galo (foto), ya que marchó a 70 kilómetros por hora por las interminables rutas brasileñas.  

Su dueño Alejandro confesó que, hasta el momento, se invirtieron 3500 pesos de nafta y otros 500 de GNC, que en varios puntos del país hermano no se consigue. 

La historia cuenta con aporte distintivo del vehículo utilizado para acompañar a la Selección, que fue debidamente pintado con los colores nacionales y lleva pegado en el frente una calcomanía de Maradona. 

“La compré hace dos años y la verdad es que no le tuve que hacer muchas cosas”, reconoce Alejandro, principal promotor de la odisea. 

-La verdad muchachos, hay que tener muchas ganas de manejar en la estanciera hasta acá…

-Y sí.. Tenés que tener ganas de manejar, pero también es cierto que es muy cómodo hacerlo.

-¿Pero no es dura la dirección y la amortiguación después de tantos kilómetros?

-Nooo, es muy cómoda. Fijate que salimos hace una semana de Remedios de Escalada y nos apuramos para ver si podíamos llegar a ver el partido, pero se nos complicó. 

-¿Cuál  es el cálculo que hiciste para solventar este viaje?

-Y… hasta el momento llevamos gastados unos 4 mil pesos de combustible y calculamos que vamos a gastar otros 4 mil más para volver a Argentina. Hasta Corrientes venía­mos cargando GNC. Parábamos cada 200 kilómetros más o menos. Después acá se complicó porque a partir de Londrinas no hay más GNC y tuvimos que empezar a echarle nafta. 

-¿Y a cuánto vienen?

-Más o menos a 70 kilómetros por hora. Las rutas acá en Brasil son complicadas. En algunos tramos la pusimos a 80, pero más no da…

-¿No tuviste ningún tipo de restricciones en la frontera para ingresar a Brasil?

-No. La estanciera tiene VTV y todo en regla. Cruzamos en Puerto Iguazú, pero nos revisaron y nos dijeron que sigamos. 

-¿Cómo duermen?

-Somos tres y nos vamos turnando. En la parte de atrás hay un colchón de dos plazas que nos permite descansar cuando el otro maneja. Pero también trajimos una carpa que usamos cuando nos paramos dos o tres días en un lugar. 

-¿Hubo algún contratiempo con el motor en semejante viaje?

-Cerca de la frontera tuvimos que cambiar la bomba de nafta y ahí se complicó también la distribución del GNC. Ya no responde como antes… Pero en líneas generales se la viene bancando bien. 

-¿Cuánto tiempo van a estar afuera del país?

-Más o menos le calculamos dos meses si Argentina llega a la final. Ahora nos vamos a ir a Porto Alegre, y de ahí vamos a subir por la costa a San Pablo, especulando que el equipo va a jugar ahí en octavos. Queremos llegar a Río el 13 de julio, y si todo marcha bien nos volveremos festejando por toda la costa de Brasil…

-¿A qué se dedican para organizar semejante expedición?

-Yo soy  empleado metalúrgico, Juan se dedica a fabricar muebles y Alejandro trabaja en un comercio. 

-¡Buena aventura, entonces…!

-Muchas gracias.