¡Así se juega! México sorprendió al campeón del Mundo

Por Juan Pablo Ferrari - enviado especial

Así se juega. Con actitud, rebeldía y oportunismo, México puso de rodillas al otrora campeón del Mundo. El Luzhniky Stadium de Moscú recibió una marea verde de hinchas que empezaron a empujar desde la tribuna, provocando el desconcierto de Manuel Neuer y compañía.

Con un planteo agresivo en la marca y vertical para jugar de contra, el técnico Juan Carlos Osorio (que alguna vez fue buscado por Estudiantes cuando se terminó el ciclo de Pellegrino) dio una cátedra estratégica, demostrando que en un Mundial se juega enserio y lo único que importa es el resultado.

Sin complicarse demasiado, México apostó a lo seguro: paró una defensa con cuatro jugadores y uno más delante de la primera línea, para luego darle lugar a otros cuatro volantes que corrieron de forma sincronizada presionando, achicando espacios, y por sobre todo, marcando con mucha rudeza. Esto hizo que los alemanes se sorprendan desde el primer minuto, porque no lograban entrar al área con facilidad, pese a tener más del 60 por ciento de la posición de la pelota.

México, cual cazador a su presa, esperó el primer error para salir rápido de contragolpe. Así fue como se apoyó en la velocidad de Carlos Vela para llevar la pelota y aprovechar los espacios y las dudas que tenía Joshua Kimmich por el lateral derecho de Alemania.

Chicharito Hernández no aprovechó las primeras dos situaciones claras que tuvo ante el gigante Neuer, peor el partido empezó a tomar un rumbo similar al que el sábado había tenido a Argentina e Islandia como protagonistas. Alemania tenía la pelota y atacaba: México esperaba, presionaba, y en cuanto provocaba el primer error en el rival, salía rápido y aprovechaba los espacios por derecha y por izquierda. Tan simple como eso.

De tanto ir a buscar y comprometer al arquero del campeón del Mundo, la gran mexicaneada llegó a los 34 minutos cuando Lozano definió abajo del arco tras una serie de cruces de la pelota de derecha a izquierda dentro del área. El combo lo completaron los hinchas entonando una clásica y descriptiva canción mexicana y Alemania se fue al descanso escuchando el ensordecedor “Hay, hay, hay, hay… canta y no llores…”.

Un triunfo que, sin dudas, también le aportaba cierto oxígeno a la Selección argentina, que fue el blanco de las principales críticas en la jornada del sábado.

En la parte final fue todo de manual. Alemania salió a jugar como lo había hecho, con la tenencia de la pelota buscando espacios para lograr el empate. México perdió explosión para salir de contra con el correr de los minutos, pero los jugadores jamás perdieron la calma y el criterio para mantener el orden táctico cuando tuvo que defenderse.

Con Reus, Werner y Oezil, Alemania estuvo muy cerca de llegar al empate, pero nunca pudo vencer la guardia mexicana, que se defendió como un retador en el boxeo, cuando sabe que mandó a la lona al campeón y espera que pasen los segundos para disfrutar del batacazo…