Cerro, la nueva ternura que inspira al fútbol platense

En la zona sur de La Plata está la nueva alegría, exteriorizada en camisetas azules y con dos banderas que decoran el alambrado de la canchita que alquilan en 604 y 117, en Villa Elvira, lugar más conocido como La Luna de Diego.

Se animaron a armar esta institución, en la que casi todos los chicos no tienen experiencia en clubes. Además, hay otra característica: la mayoría son de familias que inmigraron del Paraguay, pero se inscribieron también hijos de bolivianos, peruanos y hasta juega un chilenito.

“Decidimos salir a recorrer el barrio y en las recorridas vimos una gran cantidad de pibes que estaban sin tener espacio en clubes”, le contó a Hoy el dirigente Marcelo Luberiaga, argentino, de 47 años, que ayer tenía descanso doble: por ser domingo y porque el torneo está en una breve semana de vacaciones. Hoy vuelven a los entrenamientos.

“Elegimos APLAFI porque tenemos una relación muy buena con el presidente, es una liga más inclusiva que competitiva”, dijo este hombre que considera que el mejor camino es enseñar y no pedir triunfos.

Cuando lograron jugar el primer partido, de locales ante Alem, no solo fue un debut para los nenes sino para los padres, que jamás habían los visto salir de un vestuario vestidos de futbolistas. Luberiaga va a alcanzar los 20 años ininterrumpidos en el fútbol barrial. “Ver a un papá lagrimeando por ver por primera vez a su hijo en una cancha, es algo que no se paga con nada”.