Deporte, juego y animales: el turf en la pandemia
Unos 700 caballos de carrera están parados hace más de 40 días en el Barrio Hipódromo. Comenzaron a subir de peso por la imposibilidad de correr
Con un sinfín de intereses económicos que giran a su alrededor, el turf no es solamente un deporte más en la región.
Suspendido el juego y las apuestas, la cuarentena y las medidas de aislamiento pusieron en jaque el estado físico de más de 700 caballos de carrera que están guardados entre la Villa Hípica que funciona en el Hipódromo y algunos studs que están dentro del mítico barrio platense.
Según pudo saber el Diario Hoy, hay caballos y yeguas que pesan entre 250 y 500 kilos, dependiendo la edad, y han aumentado un promedio de veinte kilos en las últimas semanas.
Recién a partir de la tercera semana de la cuarentena, el Gobierno autorizó a realizar los paseos a través del trabajo de los vareadores. Éstos son peones, contratados por los dueños de los caballos, que cobran entre 8 y 10 mil pesos por mes para sacar a caminar a los animales.
Según explicaron fuentes consultadas del Hipódromo, por el momento los caballos no están en mal estado, ya que son alimentados diariamente y en los últimos días se autorizó también a realizar un leve trote por la pista. Pero hace más de un mes que no corren y como ocurre con un deportista profesional, han perdido estado físico.
Dentro de la Villa Hípica hay más de 120 studs, que comprenden el gran circuito de este deporte que actualmente está varado en el medio de la cuarentena.
Los dueños de los caballos son los que se encargan de solventar el sueldo de los jockeys, que además se quedan con el 10 por ciento en el reparto de premios.
En el Hipódromo, al mismo tiempo, trabajan más de cien personas, entre empleados administrativos, personal de pista, veterinarios y seguridad, que son contratados por el estado Provincial y en este contexto están de licencia por la cuarentena.