En la semana de la primavera, el fútbol playa busca florecer

Impulsado por la presencia del ex-Estudiantes, Leandro Lázzaro, el seleccionado argentino de este deporte afronta una etapa de cambios y resurgimiento. La Liga Sudamericana, donde el combinado nacional debutará mañana, y la Copa América de diciembre son los grandes objetivos de 2017 

La Selección argentina de fútbol playa buscará resurgir y reinventarse al disputar la Liga Sudamericana que se juega en Paraguay, luego de dos años de conflictos y adversidades que pusieron un freno a su crecimiento.

Los problemas de la AFA, el cambio de autoridades y las desprolijidades que fueron moneda corriente en la casa madre del fútbol nacional dejaron sus huellas en esta apasionante y particular disciplina. Sin embargo, durante esta semana, en la que la primavera invita a disfrutar del sol y el buen clima, aparece el contexto ideal para el comienzo de un nuevo ciclo. 

Leandro Lázzaro acaba de sumarse al equipo como una incorporación rimbombante,  ya que los dirigidos por Gustavo “Chino” Casado buscan conseguir mayor empuje. Con 43 años, el exdelantero de Estudiantes (jugó en 2008) anota una gran aventura en su prolongada carrera futbolística y se saca los botines para jugar descalzo e inmortalizar sus goles sobre una superficie diferente. 

En medio de su participación en el Torneo Federal B con Ferrocarril Roca de Las Flores, el curso para ser entrenador y una empresa de eventos deportivos, Lázzaro le agregó a su cargada y emprendedora agenda la experiencia de innovar en este deporte. 

Diario Hoy llegó hasta el predio de AFA en Ezeiza y dialogó, de manera exclusiva, con el delantero que vistió la camiseta del Pincha por seis meses y que se terminó yendo de manera poco clara. A casi diez años de esa anécdota, recibió a este medio entre pelotas de colores, banderines, arcos naranjas y arena… mucha arena. 

—¿Leandro, qué es esto de jugar al fútbol playa?

—Es una nueva modalidad para mí, porque si bien hay dos arcos y una pelota, dista mucho del fútbol tradicional que conocemos, el de césped y cancha de once. Es todo novedoso, porque no hay delanteros ni defensores. Acá se rota, son tres tiempos de doce minutos, se mueve mucho. Al ser solo cinco futbolistas en una cancha grande (36x27 metros), estamos obligados a hacer mucho esfuerzo físico. Que el campo sea de arena seca también hace que el desarrollo sea muy imprevisible y eso le da un atractivo bárbaro.

—¿Cómo llegaste a sumarte al plantel de la Selección?

—Me invitaron a jugar unos compañeros que tuve en la Liga de Lobos, que ahora alternan futsal y playa, y me pude dar la oportunidad de vestir la camiseta argentina en algún torneo. Para mí es una gran satisfacción.

—¿Qué es lo que más te gusta del deporte?

—Me sorprendió mucho el aspecto físico. Se trabaja con la potencia y la explosión, que es algo que me gusta. Después, el escenario: poder jugar al fútbol en la arena, con la cancha especial y todo el contexto, es maravilloso. 

—Se te nota entusiasmado… 

—El deporte es muy lindo y una vez que se entiende cómo se juega resulta muy interesante. Creo que hoy no tenemos tanta difusión y nos cuesta ser potencia porque la Ciudad de Buenos Aires no tiene playa. En Río de Janeiro juegan al fútbol a la madrugada incluso, a las 2; en Portugal también. Nosotros acá no. Ni siquiera en la Costa pasa eso. Si se juega, se juega en la arena mojada.

—¿No jugás la Liga Sudamericana, pero apuntás a la Copa América? 

—Ahora los muchachos van a disputar una Liga Sudamericana en Paraguay y en diciembre llega la Copa América en Río de Janeiro. En lo personal, me voy a poner bien para estar en Brasil, aunque soy consciente de que tengo que agarrar ritmo y seguir incorporando cosas y detalles del deporte. Por ejemplo, me cuesta mucho no tener un área (todo se marca con banderines). Hay que cuidarse los pies y perfeccionar la manera en que se le pega a la pelota. Hay cosas que uno tiene que ir aceitando con el tiempo.

—Nunca te retiraste, tenés muchas actividades y seguís jugando al fútbol, ¿cómo siguen tus objetivos? 

—A esta edad (risas), ya son a corto plazo. Primero tengo que continuar jugando en el Federal B, tratando de clasificar con Ferrocarril Roca de Las Flores. En lo que es fútbol playa, quiero ponerme bien y disputar la Copa América, además de seguir difundiendo y buscando apoyo. 

“No se por qué no seguí en Estudiantes”

Leandro Lázzaro jugó nueve partidos con la camiseta de Estudiantes e hizo tres goles. Estuvo bajo la conducción técnica de Roberto Sensini durante el primer semestre de 2008. Luego de algunas declaraciones y un supuesto malestar del hoy presidente Juan Sebastián Verón (en aquel momento jugador y capitán), terminó partiendo a Tigre, cuando aún le restaban seis meses de contrato.

“Llegué con muchas ganas a un club importante y con el visto bueno de Verón. Aquel semestre creo que fue positivo para el equipo pero no tanto en lo personal, porque sentí que podría haber dado un poco más. Peleamos el campeonato hasta el final con Sensini y en la Libertadores perdimos con Liga de Quito, que terminó siendo el campeón. Si vos me preguntás por qué no seguí, no sé", se sinceró el deportista.

“Pasaron diez años y la verdad es que no sé qué pasó ni quién decidió que yo no siga. Pero, si en algún momento me lo cruzo, tomaría un café con Verón, sin duda”, concluyó.