La Selección de fútbol femenino de Noruega cobrará lo mismo que la masculina
Enmarcados en el camino del crecimiento y la igualdad, los noruegos hacen historia. Dinamarca busca el mismo desenlace y en Inglaterra apuntan a la profesionalización
Mientras en la Argentina las jugadoras de la Selección de fútbol femenino toman medidas de fuerza por falta de viáticos acordados luego de dos años sin entrenar por los conflictos de la AFA, en Europa se avanza a pasos agigantados hacia el camino de la igualdad y el crecimiento. En los últimos días, la Asociación de Fútbol de Noruega anunció que llegó a un acuerdo por el cual los integrantes de las selecciones masculina y femenina de fútbol cobrarán los mismos beneficios por representar a su país. Se trata de un hecho histórico, ya que es la primera federación en desarrollar una medida específica con el fin de generar condiciones de equidad entre varones y mujeres.
Este avance del fútbol noruego fue posible debido a que los miembros del conjunto masculino aceptaron realizar un aporte a sus pares. Más allá de la decisión dirigencial, los futbolistas resignarán parte de las ganancias económicas que perciben por los acuerdos comerciales y, de esta manera, también colaborarán para aumentar el salario de las jugadoras. Según explicaron del sindicato, se estima que el plantel que conforma la Selección femenina recibirá una suma mensual, mientras que los hombres cobrarán de forma anual.
En la misma búsqueda
Dentro del mismo continente, pero en otro país, las futbolistas danesas, subcampeonas de Europa, están en negociaciones para conseguir lo mismo que las noruegas. Si bien todavía no ocurrió, el camino parece apuntar hacia la misma ruta.
La Federación danesa ofreció un aumento del 46%, y para el sindicato este debe llegar a un número que les permita a las mujeres cobrar lo mismo que sus pares del seleccionado masculino. La bandera de la lucha en Dinamarca es la igualdad. Sin embargo, la explicación de la capitana del equipo, Pernille Harder fue un poco más allá: “También se trata de que no tengamos que compaginar el fútbol con otro trabajo y poder brindarnos al máximo a este deporte”.
Camino a la profesionalización total
Por otra parte, la federación inglesa ha decidido que la FA WSL se amplíe de diez a catorce clubes en 2018-2019, con la obligación de que las jugadoras tengan licencia profesional y, por lo tanto, todas cuenten con cotizaciones sociales, para que no tengan que disponer de un trabajo alternativo para llegar a fin de mes. Al mismo tiempo, se creará el equivalente a la Segunda División y este nuevo torneo, de índole nacional, tendrá la categoría de semiprofesional, con el objetivo claro de profesionalizarlo a corto plazo.
“Me da mucha tristeza que estemos tan lejos”
En una vereda opuesta de lo que pasa en Noruega, se encuentra el fútbol femenino argentino. Es que luego de dos años sin competencia (por los conflictos que atravesó AFA), la Selección argentina volvió al trabajo durante el mes de agosto. El regreso a las prácticas tuvo como eje central la promesa de viáticos para que cada futbolista pudiera llegar hasta el predio de Ezeiza. Tras distintas reuniones, se decidió que las jugadoras iban a percibir 150 pesos por día de entrenamiento. Sin embargo, nunca se les pagó y las chicas acudieron a un paro que ya lleva más de un mes.
Ruth Bravo, nacida en La Plata, juega en Boca y en el seleccionado nacional. En diálogo con este medio, expresó que la situación de los viáticos no se solucionó. “Todavía no hay nada. En los próximos días habrá una reunión de las capitanas de los clubes con Tapia (presidente de la AFA) para encontrar una solución”, deslizó la futbolista.
Con respecto a lo que ocurre en Europa, Ruth fue clara: “Es una alegría que pase, en cualquier parte del mundo. Pero me da mucha tristeza ver que nosotras estamos tan lejos de eso”. Además, la dueña de la “10” de Boca aseguró que seguirán luchando “para que haya un crecimiento y una base para las chicas que vienen de abajo. La transmisión por TV, o que medios como ustedes nos den difusión, es un buen paso para la profesionalización”.