River ganó y sigue imparable
Con un gol de Pablo Solari en tiempo de descuento, el equipo de Martín Demichelis se llevó tres puntos de oro ante Newell’s en Rosario.
No hay quien lo pare. Cuando la cosa pintaba para un 0-0 que era negocio porque el equipo la había pasado mal por momentos, sacó un contragolpe bárbaro en el final y se trajo tres puntos de oro para seguir siendo más líder que nunca. Tras un tiro libre de Ferreira, Armani rechazó con los puños, Suárez habilitó a Barco y éste le concedió el gol a Solari, solo tras una salida casi hasta afuera del área de Hoyos. Un tanto en el último suspiro: Newell's ni siquiera pudo sacar del medio.
Sin dudas, un triunfazo. Porque a River le costó bastante el desarrollo del juego: el elenco rosarino propuso un partido muy físico, peleado y friccionado, que lo incomodó por muchos momentos. Incluso, los de Heinze tuvieron las más claras, con un remate al travesaño y una salvada de Armani en el final. Pero en los últimos minutos, el puntero del torneo se acercó más a Hoyos (el local notó el desgaste hecho) y pudo mostrar algo de su juego. Los cambios dieron resultado: buenos ingresos de Suárez, Solari, Barco y Beltrán.
El equipo de Heinze no le dio margen al los de Martín Demichelis y ni bien sonó el pitazo inicial, salió a presionarlo y a cortarle los circuitos de juego. En esa sintonía, se desarrolló prácticamente toda la primera mitad, dándose un partido muy friccionado, parejo, sin chances claras de gol y con polémica, a partir de la durísima patada de Brian Aguirre a Leandro González Pírez que Hernán Mastrángelo entendió que ameritaba una amarrilla, y no fue a chequear en el monitor del VAR.
La única ocasión con un pizca de peligro durante los 45 minutos iniciales la tuvo Newell’s y estuvo justamente en los pies del ex-River, Cristian Ferreira, que cortó de izquierda hacia el centro del área y no pudo conectar de buena manera un centro al medio que lo encontró solo.
En la segunda etapa, los dos DT metieron mano en el equipo, el partido se hizo más abierto y empezaron a llegar con mayor peligro al área rival, como lo fue aquel tremendo remate de Iván Gómez que reventó el palo de Armani o el cabezazo de Recalde. Newell’s tuvo las más claras en la noche rosarina, pero River, que había estado incómodo durante los 90 minutos, demostró su jerarquía sobre el cierre y lo ganó agónicamente por Solari. ¿Ahora quién lo para?