Roger Federer, la leyenda del deporte que se reinventa año tras año

Luego de ganarle al croata Marin Cilic y consagrarse en el Abierto de Australia por sexta vez, el suizo logró su vigésimo título de Grand Slam. A sus 36 años, no detiene su hambre de gloria y mantiene su vigencia

Definitivamente, Roger Federer se ha convertido en una leyenda: con casi veinte años de carrera, mantiene su vigencia, a través de la técnica -que le permite poco desgaste, fácil adaptación a diferentes superficies y precisión-, su físico privilegiado -que casi no lo mantuvo al margen del circuito, salvo en aquel largo parate de 2016-, su mentalidad y la capacidad de reinventarse, cuando en 2013 parecía que su llama comenzaba a apagarse.

El suizo es el mayor ganador de torneos de Grand Slam de la historia (20), el jugador que más semanas ha estado como número uno del ranking mundial (302) y el máximo ganador en Torneos de Maestros (6), entre otros logros. Nadie tiene esos números, batió casi todas las marcas, pero no alcanza: Roger tiene siempre algo más.

A propósito, con su nueva consagración en Melbourne sobre Cilic por 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6 y 6-1), Federer quedó muy cerca de alcanzar al Rafael Nadal en la cima del escalafón ATP, privilegio que no goza hace cinco años y medio.

Desde hoy, cuando se actualice el ranking, la diferencia de puntos a favor del mallorquín será solo de 115, cuando era de 995 antes de empezar el Abierto de Australia.

Vale agregar que la leyenda helvética igualó con esta conquista a los dos máximos campeones del torneo oceánico en la era abierta, el serbio Novak Djokovic y el australiano Roy Emerson.

El tenista suizo había ganado el primer major de la temporada de tenis en 2004, 2006, 2007, 2010 y el año pasado cuando venció en la final al actual número uno del mundo.