Villa Montoro y la alegría de "Pedrín" en tierra Tripa


La cancha del Lobo es para los de Villa Montoro el lugar soñado. Un cielo azul y unas ganas de demostrar con el arte de la pelota, los llevó el sábado a jugar allí una final y, para suspiro del corazón de los que juegan de corazón, los menos pensados levantaron la copa de Campeones (por primera vez la Liga local la puso en juego, invitando a todos los clubes que alguna vez dieron la vuelta en 100 años de historia). Nada menos que dejando a Everton con las ganas, el hoy representante del fútbol platense en el Federal B.

“Le vamos a sacar la mufa a este vestuario y le vamos a dejar suerte a ustedes”, se atrevió a decirle el preparador físico Andrés Candia al hombre que les abrió la puerta de acceso, temprano el pasado 7 de marzo. La frase encontraba efecto: “Ojalá”, les dijo el empleado de Gimnasia y Esgrima La Plata.

Mas tranquilo pero con una fe desbordante estaba el técnico Uriel Parrado, que en sus 36 años de vida siempre deseó ver campeón al Lobo, el apodado “Pedrín”, que por supuesto siente admiración por Pedro el grande. “La verdad estaba metidísimo en el partido, pero pisar esa cancha y estar en el banco donde normalmente está Pedrito, es un sueño”.

Quizás el día anterior se habrán colado en su almohada tantas avalanchas, banderas empuñadas y abrazos de gol entre los Parrado, padre e hijos, esos que “antes de salir de casa me decían ¿hoy otra vez subcampeón te vamos a ver, pa?” (en dos años en Montoro el Parrado DT fue tres veces subcampeón).

El canal de cable local se encargó de transmitir el partido, y fue el gestor de la idea de esta Copa no oficial de la Liga Amateur. El vestuarista Fernando Bossi llevaba consigo una postal muy especial dentro del bolsito de cronista, una premonición acerca del vencedor que tendría este duelo barrial. ¿Qué llevaba y qué les mostraba a algunos? Una fotografía blanco y negro de un glorioso once de Villa Montoro de hace tres décadas y media, cuando llevaba la impronta de tricampeón (’76-’77-‘78).

Llamativamente, esa imagen mostraba a los jugadores posando en la misma cancha de Gimnasia y, vaya perla, vistiendo la camiseta tripera. Claro que esta vez Montoro jugaría con la tradicional azulgrana, para terminar de abrochar –en la agonía de los penales- el certamen relámpago que duró dos semanas.

La memoria popular y futbolera nos dice que aquel Montoro coloreado de azul y blanco fue no sólo por el sentimiento, sino por un convenio integral realizado previo al Regional de 1980. El barrio fue local en El Bosque. Y el técnico de entonces, Alfio Loza, este sábado de verano de 2015 volvía a tomar asiento pero en la tribuna.

Para completar el álbum de recuerdos, marcó un lateral en la defensa Villera el ex profesional Lucas Bustos (2001-2003), que terminó expulsado.

Después de un 0-0 amargo en el primer tiempo, el desenlace tendría goles y una figura espectacular: el arquero Sergio Acuña. Metió un gol de penal, y en el último tirón del partido (cuando estaban 1-1) le adivinó un penal a Ferretti, cuando parecía que era fiesta de Everton. Después, quedó la definición desde los doce pasos y otra vez el ensenadense Acuña, con una atajada y viendo pasar uno desviado. “Sabíamos que si llegábamos a la instancia de penales contaba con un atajador de penales terrible. Seguramente le ganamos a un grande, a un equipo que de hecho lo está demostrando con el torneo Federal B, un camino que queremos iniciar nosotros”, reflexiona Parrado, cuando no falta nada para el de ida, ante Atlético Chascomús, locales en Everton, a las 17 horas (el otro platense en carrera es Brandsen, que enfrenta al Deportivo Chascomús).

Los jugadores y esos allegados que apoyan no pueden bajarse del envión emotivo que seguir al equipo les permite gozar. No es común para la Liga que Montoro sea tan nombrado, al menos después de tantos años en que el club peleaba por mantener la categoría e incluso andaba en el subibaja. “Pedrín” apareció hace menos de dos años y con su grupo de colaboradores lo puso ahí arriba. Tan alto como se lo veía en la tribuna de cemento a don Alfio, que pasaba las diapositivas de su mente de las épocas imbatibles de Los Villeros de la zona sur, momentos que pueden decodificar solamente los que saben de esguinces en una de estas canchas, los que saben lo que es contagiarse un hongo en un vestuario (no precisamante el que les abría el empleado de Gimnasia).

El profe Candia: “quitamos una espina”

Se habían separado. Se dieron cuenta que trabajar juntos podían llevarlos a un éxito como en 2008 cuando vía Promoción devolvieron a For Ever 1ª A.

El profe Andrés Candia atendió a diariohoy.net con una sonrisa acorde al momento deportivo, por el reencuentro con un título, que a él se le dio en una Primera, a los 18 años, cuando la Liga disputó una final en 57 y 1 entre For Ever-El Cruce y un gol suyo empujaba a la hazaña de El Mondongo.

“Hay que dar vuelta la hoja, el domingo jugamos por el Argentino C con un equipo semi profesional, que tiene ex jugadores que han jugado en Primera división”, advirtió. “La diferencian es que los míos se levantan a las 6 y trabajan hasta las 18, se sacan  el mameluco y a las 19 los tengo que hacer entrenar”.

Por esta participación la Liga les permitió debutar recién en la 3ª fecha en el torneo Apertura, que dará comienzo mañana con un partido. “Por fixture nos tocaba ADIP, de local, en el Morumbí de Villa Elvira”, bromeó Andrés, que hace un repaso de sus 25 años de Liga Platense revisando la preparación previa a una competencia: “En los 80 se entrenaba dos días, en los 90 tres, ahora cuatro…”

La Villa con especialistas en Ascensos

Como Parrado tiene la esperanza de llegar muy alto en el desafío afista, este año el Profe Candia deberá supervisar la cuestión física en comunión con los nuevos técnicos designados para el campeonato local. Se trata de González, Moyano y Castillo, un trío que viene de ascender a CRISFA (2011) y a Porteño (2014).

Desde Montoro abre pista a otro sueño: CRIBA

Acaso lo más ruidoso en el mundo Liga 2015 sea el nuevo equipo que participará en la “B”: CRIBA (Centro Recreativo Infantil Barrio Aeropuerto). ¿Qué tiene que ver esto con Villa Montoro? Que Uriel Parrado, hasta aquí DT, se hizo cargo del club de su niñez, el de su barrio de toda la vida, y con aportes del gremio de la Construcción (UOCRA) y la aceptación de la Liga Amateur, pudieron afiliarse y jugar esta temporada en el Ascenso.
Según cuentan, en poco tiempo el predio de 2 y 611 quedó totalmente remozado, alegrando al piberío que en distintos grupos (30 por categoría) hablan de una gran motivación impulsada por “Pedrín”.

“CRIBA es el sueño de todo pibe del barrio Aeropuerto, que alguna vez se pueda participar en la Liga Platense. Hace 30 años que vivo en el barrio, cuando llegue a la edad de juveniles no sabía donde seguir, fui a Tricolores a los 17 años en una Cuarta y luego jugué en Primera (Parrado era delantero), pero los de CRIBA o del CF Aeropuerto, cuando dejaban infantiles a los 13, ya no ponían seguir porque no es lo mismo jugar en el barrio de uno que hacerlo en un Tricolores o en un Montoro, aunque sean de la zona”, explicó Uriel Parrado, que le dio la posibilidad a su viejo ayudante de reserva Sergio Sánchez, tomar la dirección técnica de la 1ª albiazul “cribense”.

Este domingo CRIBA moverá la pelota oficialmente frente a Tricolores.