Adrián Berra, con la guitarra en la mochila y el canto en la voz

Antes de su concierto en la ciudad, el músico presentó Mundo debajo de mundo, su última producción discográfica independiente

Oriundo de Buenos Aires, Adrián Berra es un cantante, músico y compositor cuya impronta bohemia y viajera se convirtió en su sello personal. 

Cuenta con tres discos editados de forma independiente: Mi casa no tiene paredes, El funeral y Mundo debajo de mundo. Algunas canciones de estos álbumes fueron utilizadas en la bandas sonoras de documentales pedagógicos e independientes, como La educación prohibida, Trazando resistencia, Tierra de sueños y Logopedia. 

A lo largo de su carrera, el artista realizó cientos de recitales en espacios alternativos, como así también en grandes salas de todo el país. Además, en más de una oportunidad, brindó conciertos en ciudades de Europa. Ahora se prepara para una gira por Latinoamérica que lo mantendrá ocupado hasta 2018.

Durante una charla con Hoy, Adrián se refirió a su última producción discográfica. También brindó detalles sobre el show que dará el viernes 13 de octubre, a las 21, en 43 entre 7 y 8.

—En más de una oportunidad te definiste como viajero antes que como músico, ¿cuál sería la preferencia de una u otra actividad?

—Empecé escribiendo canciones y estas van sobreviviendo épocas, sonoridades e instrumentaciones. Entonces, sea de forma eléctrica, acústica, en formato banda o como solista, el tema siempre es el puente que conecta al que toca y al que escucha. 

Por otra parte, me encanta viajar, se relaciona con mi espíritu aventurero y con mis canciones. Más que nada se trata de entregarse al vuelo, de tener confianza en la situación y ver lo que sucede después. Se relaciona con la impronta de salir a la ruta, de dar lo mejor de uno, y casi siempre supero mis expectativas. Para mí es un placer compartir los temas con la gente, cosechar un poco de lo que siembra nuestra música. También lanzamos el álbum por internet, queremos saber qué pasará y siempre suceden cosas hermosas.

Ahora, junto con la banda, viajamos en una camioneta. Otras veces voy solo o con mi familia. Pero lo importante es que el espíritu viajero y de tocar en diferentes lugares se mantiene vivo.

—En Mundo debajo de mundo, tu último álbum, cantás a dúo con Charo Bogarín en uno de los temas, ¿cómo fue esa experiencia?

—Este último disco rescata la esencia acústica de mis canciones. Es un trabajo un poco más abstracto que los anteriores. La colaboración de Charo se dio porque la conocí hace un tiempo a través de un amigo en común. Tuvimos buena onda, le mostré una canción que era ideal para ella, la invité a interpretarla y aceptó.

—¿De qué manera generás un show íntimo en un espacio enorme de nuestra ciudad? ¿Cómo será este concierto?

—Me gusta generar momentos de silencio, compartir con la gente y que la banda se acople a la propuesta. El espíritu del concierto es el mismo, solo que en una comunión con 300 personas. 

Con respecto al show, haremos las canciones del disco nuevo y las de siempre, habrá un repertorio extenso, buen sonido e iluminación acorde. La propuesta es íntima para, desde las canciones y la cercanía, lograr conectar con todas las personas presentes.

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